viernes, 24 de mayo de 2024

Corazones negros, de Noelia Lorenzo Pino

Es difícil explicar ciertos sentimientos al acabar algunos libros. Un nudo en la garganta, los ojos anegados en lágrimas y el latido de un corazón al galope atronando la mente y los oídos. Por fin el cuerpo se relaja y te dices: qué indiscutible maravilla que un/a autor/a logre hacerme sentir así con el fruto de su imaginación y de su esfuerzo. Incontestable su talento y su habilidad para conseguir sumergir al lector tan dentro de la historia que por momentos hasta le falta el aire, y tiene que recordarse que es ficción, que nadie se está desangrando en realidad, que quien sufre de esa manera tan espantosa es un personaje literario (ya como de la familia, pero un personaje construido impecablemente a efectos de generar empatía). Y no daré más rodeos para decir que Noelia Lorenzo Pino sabe hacer magia con las letras, pero magia de verdad. Así lo siento y así lo digo. Qué suerte la mía poder ir descubriendo sus obras con ojos de primera vez.

Galardonada con el premio Cubelles Noir a la mejor novela negra de 2018 escrita en castellano por una mujer, Corazones negros (Erein, 2018) es la tercera entrega de la serie protagonizada por la agente Eider Chassereau y el suboficial Jon Ander Macua de la Unidad de Investigación Criminal de la Ertzaintza en Oiartzun. Aunque no es necesaria la lectura de entregas anteriores para poder disfrutarla, yo recomiendo leerlas en orden para no perderse ciertos matices y poder apreciar la evolución de los personajes. Corazones negros es un thriller de primera calidad donde la autora le habla al lector del mercadeo de carne humana, de corrupción y de lealtad. La trama de la novela se inicia con el asesinato de Anna Karlatos (a la que llamaban Bihotza, que significa "corazón" en euskera), una prostituta víctima de la explotación sexual de ciertas mafias, al tratar de escapar de un individuo apodado Vikingo. El hallazgo del cadáver en el interior de una furgoneta accidentada es un auténtico varapalo para la oficial Baraibar, ya que resucita fantasmas de un pasado que la atormenta continuamente. En este momento, la investigación toma dos direcciones diferentes: la oficial, encabezada por Eider y Jon Ander, y la extraoficial de Baraibar. Algunos de los fantasmas de Juncal apestan a corrupción, pero lo malo es que ciertos vivos también parecen desprender un tufillo a cloaca. ¿De quién podrán fiarse para llegar hasta el fondo del asunto? Difícil, muy difícil. En un mundo donde los corazones negros, podridos, campan a sus anchas, brilla con una intensidad estremecedora la luz de la lealtad, bien por amor (romántico) o por amistad (que también es amor pero suele carecer de momentos eróticos). Una lealtad que desafiará cualquier tipo de barrera legal puesto que nace de la emoción pura.

En Corazones negros, Noelia Lorenzo ofrece al lector una narración dinámica, con frecuentes cambios de perspectiva para que obtenga información desde todos los ángulos posibles. La autora salpica con acierto una trama de ritmo ágil y escenas muy cinematográficas con la primera persona conmovedora de una voz en off, la de una chica compañera de Bihotza que habla mentalmente con su madre y le relata su situación, qué siente, qué piensa. Corazón encogido a más no poder. ¿Recomendable? No creo que tenga que decirlo.

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