A veces uno está feliz y triste al mismo tiempo. Feliz por haber tenido la suerte de cruzarse con una gran historia como la que relata Carola Vercaigne en su saga Imperia. Triste porque toca decirles adiós (al menos por el momento) a unos personajes con los que uno ha convivido tanto tiempo que son ya casi parte de la familia. Ya les habré dicho alguna vez que a mí las despedidas se me dan peor que mal, y esta no iba a ser menos.
Imperia. Invencibles es el título de la cuarta y quinta entregas de la saga. Como podrán deducir, e imagino que por cuestiones de volumen, se nos presenta en dos partes que suman aproximadamente unas 900 páginas.¡Y qué páginas! Tras la congoja del final de La Unión, en Invencibles asistimos ojipláticos al cumplimiento de los vaticinios que Tarsis Zyla, fundador de Imperia, dejó por escrito en su diario. Mientras uno de los Predestinados y su animal emblemático luchan por asirse a los frágiles hilos que los mantienen en el mundo de los vivos, numerosas tropas venidas del Reino de Liras acampan al otro lado de la muralla. O Imperia acepta las condiciones impuestas por el odioso Magistral Supremo de los lirenses, o se verá abocada a la guerra. Por tanto, los imperianos deberán dejar de lado sus diferencias y el odio ancestral que enfrenta a los sectores y cooperar para hacer frente a la amenaza de aniquilación. Cada uno ha de cumplir su misión. Cada uno ha de afrontar su destino. ¿Lograrán salvar su territorio y proteger su modo de vida? Para saberlo, tendrán que leer, que ya bastante les he contado yo.
Quizá esta sea la entrega de la saga con el ritmo más frenético, y la que goza de mayor carga de tensión dramática. Reconozco que a veces he tenido que dejar de leer para respirar y dejar de sufrir con los personajes. Echaré de menos a los Predestinados, sus ocurrencias y sus descubrimientos. Echaré de menos la magia y las mil y una emociones que me han provocado. Me queda únicamente felicitar a la autora por la excelente historia que desarrollan sus páginas, por la magnífica arquitectura de la trama y por la acertadísima construcción de los personajes, e invitarles a ustedes a que, si gustan, pasen y lean. ¡Siempre libres!