sábado, 12 de diciembre de 2020

Todos los días amor, de Pascual García

Nada mejor que la fantasía del ser humano para edificar siniestras mazmorras y castigos sin nombre. El vaticinio de lo infausto es anterior a la tragedia, pero es, por desgracia, más real.

Leo la última línea de esta obra con la profunda certeza de haber disfrutado, y mucho, de algo enorme. Todos los días amor, una colección de nueve relatos que constituyen, sin duda, otra prueba más de la altura literaria en la que se sitúa la mente creadora que los pergeñó y la pluma que los hizo ver la luz. 

Un matrimonio que goza de la comodidad de un amor perfecto hasta que la chispa en los ojos de la esposa se torna velo melancólico. Otra pareja que disfruta de unas vacaciones rodeados de naturaleza hasta que unos pasos, unos gruñidos, unas sombras, emergen de algún lugar en la noche coincidiendo con la salida de la luna. Una mente hastiada que narra la historia de un pasado oscuro en compañía del frío y del silencio que obsequia la muerte mientras los pies que la transportan caminan exánimes hacia la antesala prometida a la que no se arriba jamás. El susurro en sepia de unos antiguos inquilinos que acabará gobernado las noches y los días de los nuevos propietarios de una casa. Una carta anónima de confesión que cumple el último deseo de un condenado a muerte. Un ángel de amor de corta edad y su Ángel Custodio que despierta entre sangre tras la última noche que pasa junto a ella. Un viaje cuyo final se desconoce pero se ansía, alentado por el odio, la rabia y un amor que perdura más allá de todo pronóstico. Una vida convertida en un continuo de desgracias al bajar una escalera y pisar sin querer la cola de un gato que dormita tranquilamente en uno de los rellanos. Dos hombres y dos mujeres embarcados en una excursión a un lugar recóndito que se enfrentan a un desolador destino muy distinto al esperado. 

Nueve cuentos donde el autor disecciona con extremada pericia el miedo, la decepción, el desvalimiento y la orfandad de protección que sufren sus personajes frente a los caprichos el inmanejable azar. Nueve relatos cuyos verdaderos protagonistas son el amor, la muerte, o ambos unidos de la mano, tocados con un velo de enigma, de misterio, que cautiva a los ojos lectores prácticamente desde el primer párrafo. Vástagos de un narrador excepcional que domina a su antojo las posibilidades del lenguaje, dotándolo de una sensacional fuerza expresiva que impregna cada una de las páginas. Y el frío, tan presente y tan bien plasmado en la atmósfera narrativa. 

Y acabo, como casi siempre, dejándoles algunos de los fragmentos que, por un motivo o por otro (cosas del alma en su mayoría) me han dejado una huella más profunda: 

"Bajo sus pies temblaba el universo y los días agonizaban efímeros." (Todos los días amor, pág. 14)

"Sus habitantes habían dejado en el aire la vida finísima que respiramos en los sueños." (Compraventa, pág. 49)

"Las palabras de la verdad contienen a veces una ponzoña de fatales consecuencias." (Toda la verdad, pág. 67)

"... ya ve usted que las cosas no siempre salen como debieran, que algo se tuerce en nuestro camino y nos queda solo la amargura para después, para los días en que el recuerdo trae su imagen de nuevo..." (Dolly, pág. 73)

"La memoria es el único equipaje que nos queda." (El viaje concluido, pág. 94)


3 comentarios:

  1. Una aproximación muy buena a una obra muy buena. Qué reunión estupenda.

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  2. Una reseña magnífica y muy elogiosa que me llena de orgullo por haber alcanzado el honor de merecer a Aurora Carrillo como lectora. Un millon de gracias

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