domingo, 1 de noviembre de 2020

Por un país desconocido, Rubén Castillo

40 poemas cortos.
40 puñales.
40 dosis de veneno sin antídoto.
40 sorbos de hiel.
40 gotas de acíbar.
40 ventanas con vistas a un dolor inconmensurable.
40 nudos en la garganta.
40 lágrimas amargas.
40 pozos de negrura.
40 batallas sin cuartel contra el miedo.
40 latidos ausentes.
40 desgarros.
40 descensos al infierno.

Ahora multiplicadlos por dos porque los he tenido que leer dos veces. 

Metáforas bellas y desoladoras (algunas ya conocidas antes de viajar al país desconocido). No puedo fijarme demasiado en la forma porque todo lo que destilan me nubla la vista. ¿Cuánto dolor cabe en unos pocos versos? Tristeza infinita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aurora no se durmió, de Judith Romero

Cuando era pequeña me encantaba que me contaran cuentos. Mi madre me enseñó a leer muy pronto y comencé a leerlos a una velocida...