miércoles, 23 de octubre de 2024

Libros de Luca, de Mikkel Birkegaard

Desde pequeñita, siempre he pensado que dentro de los libros vivía alguna suerte de magia que transformaba el mundo conforme los leíamos, aunque fuera solo durante ese breve lapso de tiempo. La lectura es para mí un proceso complejo en el que al mismo tiempo somos y dejamos de ser mientras nos dejamos arrastrar por voces que nos son ajenas pero que nacen en nuestro interior a partir de signos plasmados en un soporte (llámese papel o pantalla). ¿Y si fuera cierto que la lectura tiene cierto componente sobrenatural? La trama de la novela que acabo de terminar desarrolla esa posibilidad, y envuelve al lector en un mundo de texturas y aromas del pasado, de letras y de libros que embriagará a cualquier amante de un buen thriller. En ese sentido, nos hallamos ante una obra peculiar, una obra que, aun siendo un thriller, convierte a los libros y a la lectura en protagonistas absolutos.

En Libros de Luca (Círculo de Lectores, 2009), el danés Mikkel Birkegaard transporta al lector al mismo corazón de la ciudad de Copenhague, a una antigua y pequeña librería cuyo nombre da título a la novela: Libri di Luca. El personaje central, Jon Campelli, es un joven abogado con un futuro prometedor y un pasado repleto de incomprensión y tristeza. A la salida de un juicio donde una vez más ha resultado vencedor su cliente, Jon recibe una llamada que ensombrecerá tanto su victoria en la sala como el nuevo y jugoso caso que le han asignado. Su padre, Luca Campelli, de quien llevaba veinte años alejado, ha muerto. Tras el funeral, Jon se enterará de que, al ser el único heredero, ahora es el propietario del negocio en el que tan primorosamente trabajaron su abuelo y su padre durante años. Pocos días después descubrirá que, lo que aparentemente es solo una librería de viejo, en realidad es la sede de una sociedad secreta, la Sociedad Bibliófila, formada por Lectores, individuos con poderes para influir en los sentimientos y pensamientos de los demás a través de la lectura, y que su padre murió en extrañas y violentas circunstancias. Jon no tardará en averiguar que también tiene poderes como Lector, y su objetivo será detener, con la ayuda de otros miembros de la sociedad, a ciertos elementos escindidos que están usando su influencia para hacer el mal. Junto a él, una joven pelirroja y enigmática, cuya personalidad y secretos la irán revelando página a página como un personaje redondo a la que deseamos conocer y acabaremos amando.

Libros de Luca es una obra laberíntica y llena de intriga que atrapa al lector y le demuestra cómo los libros pueden cambiar por completo nuestras vidas. A Mikkel Birkegaard parece dársele bien convertir la lectura en un peligro, así como reflexionar sobre grandes temas morales que trascienden lo lúdico de la obra: la búsqueda del padre, la memoria de la familia perdida, la constatación de que somos de alguna manera parte de nuestros antepasados. Si tenéis la oportunidad, aprovechadla para respirar lectura y libros en una obra que os hará pasar también algún mal rato.


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