domingo, 20 de marzo de 2022

La frontera interior. Viaje por Sierra Morena, de Manuel Moyano.

Se me ocurren muchas formas de celebrar la entrada de la primavera (que todo lo altera, ya saben), pero pocas tan reconfortantes como traerles estas torpes líneas en un intento de transmitirles el gozo lector que nace siempre que se tiene la oportunidad de leerlo a ÉL. Así, en mayúscula y negrita, porque no puede ser de otro modo. Magnífico escritor y excelso narrador, Manuel Moyano es inmenso en su grandeza y, entre sus letras, me siento pequeñita y afortunada al mismo tiempo.

Tras La colina del árbol hueco, donde dejó patente que enfoque juvenil y calidad literaria pueden cohabitar en deliciosa armonía, vuelve con La frontera interior. Viaje por Sierra Morena, merecedorísima del XVI Premio Eurostar Hotels de Narrativa de Viajes y publicada por RBA este mismo mes de marzo de 2022. Vuelve Moyano a deleitarnos una vez más con su perspectiva caleidoscópica, su mirada de halcón y su prosa franca y abierta mientras recorre, con su humilde utilitario y su cuaderno ávido de historias, Sierra Morena, la frontera natural entre la meseta castellana y las tierras del sur de España. Sin embargo, y como en sus anteriores propuestas de viaje, sus páginas no se reducen a un mero tratado geográfico poblado de nombres, monumentos e hitos kilométricos. Moyano mezcla geografía, historia, toponimia, etimología y literatura con su habitual y minuciosa atención al detalle, a las gentes, a sus usos y a sus costumbres, con reflexiones personales de profundo calado, con anécdotas no sé si deliberadamente cómicas, pero que hacen sonreír. Desde la jienense Aldeaquemada hasta el Castillo de Noudar, ya en suelo portugués, Manuel Moyano irá desgranando pasos e historias, historias y pasos, gozando del paisaje que se le ofrece a la vista y del buen yantar al paladar, conociendo a autores a los que admira y conversando con ellos (sí, señores, los dioses también tienen favoritos), regalándole al lector episodios históricos poco o nada conocidos y creando alma y magia en los caminos que recorre. Narrándole lo prosaico y lo divino, aunando la energía telúrica de la tierra que pisa y la fuerza viva y hermosa de sus palabras.

En la página 82 de la obra, y refiriéndose a un poeta al que admira y tiene la oportunidad de conocer en persona en este viaje, Moyano afirma: "Más allá de lo que contemplan los ojos de la carne, un poeta tiene el poder de revelarnos el espíritu de un lugar". Debe ser que nuestro autor ha leído mucho a este poeta, porque se le ha contagiado esa maravillosa habilidad de dotar de alma al escenario sobre el que se posan sus ojos. Uno de mis pasajes favoritos, sin duda, es el que relata el martirologio de Miguel Hernández (mi poeta favorito) al intentar huir de España, pero les aseguro que La frontera interior está repleta de relatos tanto o más interesantes que el que cito. No dejen pasar la oportunidad de gozar la experiencia intensa que supone la lectura de esta obra. Aprender mientras se disfruta no tiene precio. 

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