viernes, 31 de diciembre de 2021

Los besos, de Manuel Vilas


.. los besos, porque los besos siguen siendo el mayor misterio del mundo. Nadie logrará saber qué es un beso, por qué existen los besos, qué significan en realidad. Tienen un poder desconocido.
Los besos, allí está todo, en los besos.

En ocasiones, la inmensidad del universo se concentra en los besos. En ellos regalamos y recibimos alma. Tienen el poder de desatar las más terribles tormentas, el caos más aterrador, pero también sumergen nuestro espíritu en las aguas apacibles de la calma y nos hacen recordar constantemente lo afortunadas y afortunados que somos al darlos y al acogerlos. Dulces o lascivos, tiernos o provocadores, sosegados o ardientes... Lo importante es que no falten nunca.

De la misma opinión debe de ser Manuel Vilas, pues titula su última obra, publicada por Planeta en septiembre de este 2021, de una forma tan sencilla y hermosa como Los besos. En ella, Salvador, su protagonista, prejubilado a los 58 años por imperativo médico, le narra al lector en primera persona sus vivencias durante el confinamiento en un bungaló alquilado al sindicato de enseñanza al que está afiliado. De todas sus experiencias, la más importante y la que actúa como foco del relato es, sin duda, el hallazgo del amor en una mujer más joven que él, Montserrat, a la que él bautiza como Altisidora (en honor a la célebre dama cervantina). Navegando entre la poesía y la filosofía de las imágenes más prosaicas (la importancia de las sartenes, por ejemplo, o la vulgaridad que representa un rollo de papel higiénico) y de las emociones más profundas, Manuel Vilas es valiente y se arriesga a dibujarnos un esbozo de la identidad humana, con sus luces y sus sombras. Nos habla del amor maduro, con sus ventajas y sus inconvenientes, y de la absoluta necesidad de amar y sentirnos amados para luchar contra la Oscuridad que pretende dominar nuestros días. Nos habla de platonismo e idealización, pero también de piel y pasión carnal.  Tampoco le falta la ironía, sobre todo en cuanto a crítica social: rebautiza al presidente de esta nuestra nación como Narciso (no podía haber estado más acertado, pienso yo) y habla del gel hidroalcohólico como nueva agua bendita. Establece, pues es su única lectura durante la narración, un divertido (e inquietante a veces) paralelismo de su persona y sus circunstancias con las de Don Quijote de la Mancha. La obra está llena de reflexiones profundas, inteligentes y conmovedoras que a mí, personalmente, me han dejado poso y sobre las que iré trabajando.

Una obra tristemente hermosa y hermosamente triste donde los personajes no vacilan al tomar la decisión final. Aquí dejo algunos de los muchos fragmentos que me han emocionado:

"Elijo la memoria de un amor" , p. 415

"Y si no te vuelvo a ver nunca más, jamás te olvidaré.
Siempre estarás en mí, siempre en mis pensamientos, todos los días que vivimos juntos serán recordados en cada latido de mi corazón, en cada parpadeo de mis ojos, en cada pliegue de mis arrugas venideras", p. 431

"Fuiste un regalo de la vida. Un regalo de los más altos dioses del universo. Ojalá yo te diera una décima parte de lo que tú me diste" , p. 432.

Hermosa, triste pero muy hermosa. 

2 comentarios:

  1. Una de esas novelas, tan intensas, que uno subrayaría todas las páginas para quedarse con esas frases elaboradas, esos pensamientos, reflexiones y humanas emociones. 👍

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  2. Qué bonito análisis y qué bonita forma de empezar el año: leyéndote.

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