lunes, 6 de enero de 2025

Calles de Chatarra, de Alberto Guardiola


Los que me conocéis o me seguís desde hace tiempo sabéis que, aunque disfruto de todo tipo de lecturas, mis géneros predilectos son la fantasía y la novela negra. Por eso, cuando encuentro un autor o una obra que combina ambos, mis expectativas son altísimas. En el caso de la novela que acabo de terminar, una distopía fantástica combinada con un negro muy hardboiled, debo decir que las ha superado con creces. Me ha enganchado tanto que me la he tenido que beber a tragos largos. 


En Calles de Chatarra (Palabras de Agua, 2013), Alejandro Guardiola construye un escenario distópico y totalmente ficticio conformado por diferentes "polis" diseminadas por el territorio y bastante aisladas entre ellas. Estas polis están habitadas por humanos e inhumanos, que han vivido durante décadas en una paz tensa tras los acuerdos alcanzados tras la gran guerra que estuvo a punto de destruir su civilización. En el prólogo, el autor nos muestra a un matrimonio que discute a grandes voces pensándose aislados de sus hijas por el volumen de la tele. Nadia, la mayor, e Irina, la pequeña, oyen la discusión entre sus padres y, mientras Irina se come la cena para que no se enfaden más, Nadia la rebelde se niega y acaba castigada en su habitación. «Me da igual que venga un hombre del saco y me coma...porque no existen». Eso grita la ofuscada Nadia. Esa misma noche, Irina se despierta por unos ruidos en la cama donde duerme su hermana mayor, y es testigo, muda de terror, de cómo esta es devorada por el monstruo que más niños ha asustado. La trama comienza aproximadamente veinte años después con una Irina Gryzina ya adulta que, como detective del Departamento de Inhumanos de la polis de Semura, encabezará la investigación del homicidio de una ninfa, crimen que pondrá en riesgo la paz cogida con alfileres en la que viven humanos e inhumanos. Sin embargo, alguien intentará boicotear a Irina y poner piedras en su camino para que no avance en su investigación. Por otro lado, Mark Hombre del Norte, un troll que acaba de regresar a Semura tras veinte años de ausencia, buscará ajustar cuentas con el mafioso responsable de la muerte de su padre, y no dudará en bajar hasta el mismo infierno para lograrlo. En paralelo, a modo de flashback, Alejandro Guardiola irá desgranando parte del pasado de Irina, aquel que la conecta con Mich, su ex-compañero, amigo, amante, el gran amor de su vida. Cadáver tras cadáver, la situación empeora, e Irina se encontrará en graves aprietos. El destino de Mark tampoco se presenta nada halagüeño. ¿Lograrán ambos personajes sus objetivos a pesar de los reveses que les tiene preparada la suerte? ¿Quién asesina a individuos y les destroza el cuello a dentelladas? Si os ha picado la curiosidad, ya sabéis...a leer. 

Fusionando con habilidad noir y fantasía, Alejandro Guardiola sitúa la trama de Calles de Chatarra en una localización desconocida para el lector, pero que bien podría coincidir con cualquier ciudad norteamericana de los años 30 aderezada con algo de tecnología: bajos fondos, líderes mafiosos, antros poco o nada recomendables, tráfico de drogas, alcohol, trata de humanas e inhumanas y toneladas de corrupción en todos los estratos de la sociedad. Con bastante tino e inteligencia, el autor mezcla los elementos típicos del hardboiled con demonios del pasado de los personajes, amores perdidos que siguen escociendo en el presente y racismo de ida y vuelta. Lo anterior, junto a la ambientación distópica y una galería de personajes sacados directamente de los cuentos de hadas, le hace marcar distancias con las clásicas historias de gangsters y policías. En definitiva, lectura muy recomendable, sobre todo si, como yo, sois amantes de ambos géneros. 


viernes, 3 de enero de 2025

Cáncer de alma, de Alberto Lozano


La banda terrorista ETA ha sido sin duda uno de los puntos más negros de la historia reciente de España. Desde 1958 a 2018, sus extorsiones, atentados, secuestros, tiros en la nuca, etc., sembraron el terror indiscriminadamente tanto en tierras de Euskal Herria como en otros muchos lugares de España. Como en todos los casos de terrorismo, su poder nació del miedo y del sufrimiento de millares de personas. Afortunadamente para todos, ese poder engendrado por la violencia ha quedado atrás y, desde principios del s. XXI, se observa la aparición de más y más obras literarias que de alguna forma retratan los paisajes del dolor y del odio, la bajeza y el lodo moral que enfangó a comunidades enteras, y los desgarros y secuelas que provocó en las víctimas. No será de extrañar que la temática etarra nutra las letras españolas en los próximos años, ya que es la literatura una excelente arma para conjurar el miedo e intentar evitar errores del pasado. La novela que acabo de terminar, que traza con bastante precisión el mapa del naufragio psicológico de un liberado de ETA, es buen ejemplo de ello. 

Cáncer de alma (Distrito 93, de Bunker Books, 2024), de Alberto Lozano Luque, es difícil de etiquetar en términos de género. ¿Mucho suspense y psicología dan como resultado thriller psicológico? ¿Si hay algo de investigación también le añadimos la etiqueta de novela negra? Ya sabéis que se me dan fatal las etiquetas, así que os recomiendo leerlo y elegir por vosotros mismos. En las primeras páginas de Cáncer de alma, el lector será testigo de la liberación de Víctor Argote, un escritor secuestrado por la banda terrorista y encerrado en un zulo dos años atrás. Algo sale mal durante la liberación, porque aparece la policía y se produce un tiroteo en los que salen malparados miembros de ambos bandos. Ya en el hospital, Víctor manifiesta su voluntad de hablar con el etarra convaleciente, sin explicitar por qué, pero antes de lograrlo, este muere. La vuelta a su casa, en Treviño, es complicada. La vida anterior parece de otro. Las pesadillas recurrentes no le dejan descansar. Elena, la psicóloga que le asigna el Estado español, intenta ayudarlo mediante terapia cognitiva conductual y, cuando comprende que esta no va a ser suficiente, tratará de convertirlo en onironauta (terapia en estado experimental que se basa en dominar los propios sueños lúcidos). Un viaje a Madrid por asuntos de negocios le vendrá de perlas para librarse de Elena y de la guerra contra las secuelas de su trauma, a la vez que le sumerge en una investigación a espaldas de todo el mundo. Negociaciones con grupos armados. Una novela de sospechosa autoría y otra sin terminar que podría contener la cura al cáncer que pudre el alma de la humanidad. ¿Qué será de Víctor? ¿Logrará retomar su vida en el punto en que la dejó? ¿Bailará con sus fantasmas? Para saber, tendréis que leer...

Suspense, acción, mentiras y manipulaciones, secretos, recuerdos, traumas, el pasado, un secuestro, violencia… serán alguno de los ingredientes con los que Alberto Lozano ha cocinado Cáncer de alma, combinándolos a la perfección con una intensa y completa trama psicológica. Los personajes, con personalidades muy definidas y complejas, están muy bien construidos en todas sus facetas. Las situaciones y reflexiones que plantea la trama constituyen el reflejo (bastante acertado) de las relaciones humanas, gobernadas por la codicia, el rencor, la venganza o el egoísmo en muchos casos. Además, es reseñable la calidad narrativa de la prosa del autor, que hace al lector disfrutar tanto del qué como del cómo. En definitiva, una lectura muy recomendable. Si podéis, echadle el guante. 

Calles de Chatarra, de Alberto Guardiola

Los que me conocéis o me seguís desde hace tiempo sabéis que, aunque disfruto de todo tipo de lecturas, mis géneros predilectos ...