Leer por primera vez a Santiago Vera en La vida secreta de Sarah Brooks fue todo un descubrimiento (dicho sea de paso, agradezco enormemente la recomendación). Me gustó su manera de narrar y cómo iba cocinando la trama a fuego lento, generando grandes dosis de intriga y suspense y manteniéndolos hasta el final. Disfruté y sufrí a partes iguales La última muerte en Goodrow Hill, obra donde la voz del autor gana en intensidad y la tensión dramática se mantiene en niveles altísimos página a página hasta llegar a un final como poco sorprendente. Con la novela que acabo de terminar, Santiago Vera cierra su Trilogía americana y lo hace con broche de oro, terminando de confirmarme que va a ser un autor al que siga obra tras obra con indudable garantía de disfrutarlas.
En Quién recuerda a Theresa Baker (Ediciones B, 2025), Santiago Vera vuelve a transportar al lector a una pequeña localidad de la zona central de Estados Unidos, de nombre Harmony Lake, un pueblecito de esos de estampa bucólica donde nunca pasa nada hasta que pasa, donde la apacible superficie oculta un fondo repleto de misterio y sórdidos secretos que a veces ni la muerte es capaz de borrar. La novela comienza con el asesinato de una mujer en las proximidades del cementerio de Harmony Lake. Las circunstancias de este crimen traen inevitablemente a la memoria el drama vivido en la misma población un año atrás, cuando el apodado "El Desfigurador" segó la vida de tres mujeres de un modo idéntico, al menos en apariencia. El inspector Baker, de la policía de Harmony Lake, no llegó a tiempo de evitar la última muerte a manos de tan abyecto criminal: la de su esposa Theresa y el hijo que portaba en su vientre. Baker acabó con la vida del asesino in situ. ¿Cómo es que ahora aparece el cadáver de otra mujer con la sonrisa dibujada a machetazos en el rostro? Que sepamos, de momento los muertos no resucitan...¿o sí? Con todo el dolor de su corazón, el inspector Baker, acompañado de Rebecca Sanders, Perkie y Collins, y los nervios a flor de piel del comisario Werner, deberá esclarecer la identidad del asesino luchando contra las agujas del reloj, reabriendo el caso que creyó cerrado con la muerte de Norman Greene y las heridas del alma que aún no han dejado de sangrarle. Para ello contará con la inestimable (e indeseada, al principio) ayuda de Declan Jacobson, periodista (escritor, dice él) del Stoneheaven Chronicle, a quien conocimos en La vida secreta de Sarah Brooks. No os cuento nada más de la trama, porque merece que la descubráis poco a poco, bailando al ritmo que marca el autor.
En Quién recuerda a Theresa Baker, Santiago Vera vuelve a ofrecernos una trama altamente adictiva desde la primera página donde los giros inesperados y las sorpresas mantendrán al lector en vilo hasta el final. Su construcción de los personajes, impecable, y la generación de atmósfera que va acompañando el tono del relato en cada momento, magnífica. Si bien es cierto que las tres entregas de la Trilogía americana pueden leerse por independiente, recomiendo leerlas en orden de publicación para no perderse los crossovers que aparecen a partir de la segunda. Porque queda claro que las recomiendo, ¿verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario