sábado, 19 de febrero de 2022

Imperia. Invencibles (Partes 1 y 2), de Carola Vercaigne

A veces uno está feliz y triste al mismo tiempo. Feliz por haber tenido la suerte de cruzarse con una gran historia como la que relata Carola Vercaigne en su saga Imperia. Triste porque toca decirles adiós (al menos por el momento) a unos personajes con los que uno ha convivido tanto tiempo que son ya casi parte de la familia. Ya les habré dicho alguna vez que a mí las despedidas se me dan peor que mal, y esta no iba a ser menos.

Imperia. Invencibles es el título de la cuarta y quinta entregas de la saga. Como podrán deducir, e imagino que por cuestiones de volumen, se nos presenta en dos partes que suman aproximadamente unas 900 páginas.¡Y qué páginas! Tras la congoja del final de La Unión, en Invencibles asistimos ojipláticos al cumplimiento de los vaticinios que Tarsis Zyla, fundador de Imperia, dejó por escrito en su diario. Mientras uno de los Predestinados y su animal emblemático luchan por asirse a los frágiles hilos que los mantienen en el mundo de los vivos, numerosas tropas venidas del Reino de Liras acampan al otro lado de la muralla. O Imperia acepta las condiciones impuestas por el odioso Magistral Supremo de los lirenses, o se verá abocada a la guerra. Por tanto, los imperianos deberán dejar de lado sus diferencias y el odio ancestral que enfrenta a los sectores y cooperar para hacer frente a la amenaza de aniquilación. Cada uno ha de cumplir su misión. Cada uno ha de afrontar su destino. ¿Lograrán salvar su territorio y proteger su modo de vida? Para saberlo, tendrán que leer, que ya bastante les he contado yo.

Quizá esta sea la entrega de la saga con el ritmo más frenético, y la que goza de mayor carga de tensión dramática. Reconozco que a veces he tenido que dejar de leer para respirar y dejar de sufrir con los personajes. Echaré de menos a los Predestinados, sus ocurrencias y sus descubrimientos. Echaré de menos la magia y las mil y una emociones que me han provocado. Me queda únicamente felicitar a la autora por la excelente historia que desarrollan sus páginas, por la magnífica arquitectura de la trama y por la acertadísima construcción de los personajes, e invitarles a ustedes a que, si gustan, pasen y lean. ¡Siempre libres! 

viernes, 4 de febrero de 2022

Imperia. La unión, de Carola Vercaigne

Seis días. Seis días intensos y agotadores han transcurrido desde que comenzara la lectura de esta obra hasta la última página. Algunos más desde que empecé la saga y sigo enganchadísima a Imperia y a sus Predestinados. A pesar de las complicaciones y las turbulencias de estas semanas, y a pesar de todo el cansancio, he buscado cualquier momento, por pequeñito que fuera, para poder navegar y dejarme llevar por la magia (literal y metafórica) de sus más de 600 páginas.

Imperia. La unión es el título de la tercera entrega de la saga fantástica escrita por Carola Vercaigne y, al igual que los dos títulos anteriores, se trata de un verdadero regalo para todos aquellos lectores ávidos de fantasía. El relato de La Unión parte justo del momento culminante de la anterior, Portadores de luz: nuestros cinco protagonistas, los Predestinados, están de vuelta en Imperia y, gracias a la gran inteligencia y capacidad analítica de uno de ellos, logran encontrar la clave de la salvación de los imperianos que aguardan petrificados en el Santuario. Sin embargo, solo parece haberse cumplido uno de los objetivos de la misión para la que fueron elegidos, puesto que la esperada unión que vendría después del milagro se esfuma ante sus ojos como humo en un día de viento. Los Ságritos hacen a los imperianos volver a sus sectores y a sus vidas anteriores a lo que acaba denominándose "el aturdimiento".  El único que tiene tiempo de narrar a los adultos de su sector sus peripecias antes de que una pulsera dorada les selle los labios es Daniel Zarco, y eso le granjea la incomprensión, el desprecio y la enemistad de un gran número de Hijos del Dragón. En el territorio de los Hijos del Leviatán, Nathan suma una dolorosa ruptura amorosa a su obligado mutismo, lo que desemboca en un par de descubrimientos poco menos que espectaculares, protagonizados por su propia hermana y la criatura mítica del sector. En el sector de los Hijos del Unicornio, Yered ha de enfrentarse al mayor dolor sufrido en su corta existencia, que había dejado en standby por todo lo acontecido en su viaje: la muerte de su caballo y la asignación de uno nuevo, con sorpresa incluida. Por el contrario, en el bosque de los Hijos de la Libélula, se operan ciertos cambios en beneficio de Eris, que mitigan en cierto modo su sufrimiento por tener lejos a su amor. Cuando todos piensan que su gran logro no ha servido para nada, que están condenados a vivir tras sus murallas y a perder, con el tiempo, el afecto de los otros Predestinados, una decisión de los Ságritos provoca un giro sorprendente en los acontecimientos: los elegidos podrán contar lo que pasó, pero únicamente a los jóvenes de Imperia. Así, reúnen a la juventud imperiana durante tres días en el único terreno neutro del que disponen: el Santuario. ¿Qué saldrá de esa congregación de enemigos desde la cuna? ¿Unión o desunión? ¿Sueños cumplidos o ilusiones rotas? ¿Podrán los imperianos volver a la tranquilidad? Muchas preguntas, lo sé, pero tendrán que leer para averiguar.

Tensión dramática a espuertas en una obra bien cimentada y excelentemente construida. Con gran acierto, Carola Vercaigne salpica la narración de los hechos con páginas del diario escrito por Tarsis Zyla, que irán dando sentido a todo lo descubierto por los protagonistas a la vez que generan nuevas intrigas. ¿Y el final? Les aseguro que de infarto. Ya saben: si gustan, pasen y lean. 

Un millón de gotas, de Víctor del Árbol

¿Qué es el océano, sino un millón de gotas? Qué difícil es a veces escribir sobre una novela cuando te ha gustado tanto que ha m...