sábado, 31 de diciembre de 2022

El último elfo, de Silvana de Mari

Último día del año. Última reseña de 2022. Acabamos este año que ha sido un poco bastante regular en cuanto a lectura (he podido leer poquísimo) con fantasía, con Silvana de Mari, una autora italiana poco reconocida como tal quizá por sus polémicas declaraciones sobre la homosexualidad. Controversias aparte –literatura es, al fin y al cabo, literatura–, llegó a mis manos por casualidad y hoy es la encargada de despedir el año lector en Libridinosum.

Silvana de Mari es principalmente conocida por la obra que nos ocupa, El último elfo (Belacqua, 2004). Publicada originalmente en italiano en 2004 y traducida posteriormente a 18 idiomas sin mucha unanimidad en la elección de título (en algunos países fue publicada como El último dragón), esta novela de fantasía a caballo entre el público juvenil e infantil (nada de sexo, poca sangre y ninguna complejidad en la trama) consta de dos partes. En la primera, "El último elfo", se nos presenta al protagonista (de nombre impronunciable y demasiado costoso de transcribir) cuando huye, de niño, de su lugar de origen tras unas inundaciones que, al parecer, han acabado con todos sus congéneres. En un mundo donde los elfos son seres proscritos, su camino se cruza con el de dos humanos que, pese a sus reticencias iniciales, lo protegen y juntos, emprenderán un camino que dará con sus huesos en las mazmorras de la ciudad de Daligar. Allí, mientras escapan, descubrirán grabada en piedra la profecía que a partir de entonces guiará sus pasos. El último elfo habrá de encontrar al último dragón, y juntos deberán romper el círculo que restaure el equilibrio meteorológico de la tierra. En la segunda parte, "El último dragón", cuya acción transcurre trece años después del fin de la primera parte, el joven elfo deberá cuidar de un bebé dragón, hijo del viejo Erbrow, enseñarle a volar (ardua tarea para una criatura sin alas) y evitar que lo calcine todo con sus berrinches. Cuando aprenda a volar, el reptil alado reconfigurará sus habilidades lingüísticas e intelectuales, que le fueron transferidas antes de romper el cascarón, y ayudará al elfo en la culminación del cumplimiento de la profecía. Encontrarán a Robi, hija de los humanos que salvaron al último elfo y, todos juntos, liderarán a una muchedumbre de desheredados hacia la orilla del mar, hacia la libertad.

Pese a la simpleza de la trama, lo cierto es que he disfrutado de El último elfo. Al principio, sus pretensiones élficas de precisión en el lenguaje y su desconocimiento de parte de las expresiones que utilizan los humanos generan situaciones de lo más cómico. Luego, el pequeño de orejas puntiagudas se gana un lugar en el corazón del lector con su bondad, su ternura y su visión sencilla del mundo. Obra apta sin lugar a dudas para las almas lectoras repletas de inocencia. 

domingo, 25 de diciembre de 2022

La cordura del idiota, de Marto Pariente

«No fue por una trágica amargura
esta alma errante desgajada y rota; 
purga un pecado ajeno: la cordura,
la terrible cordura del idiota».

Estas líneas de "Un loco", poema de Antonio Machado, le sirvieron de inspiración al escritor Marto Pariente para el título de la novela que acabo de terminar. Galardonada con el IV Premio de Novela en la edición de Cartagena Negra 2020, se trata de una obra peculiar donde las haya. En el prólogo ya se la califica, con bastante acierto, como "country pulp". Efectivamente, la trama no transcurre en un entorno urbano, sino en pueblo perdido de Guadalajara, y los personajes, los diálogos y las escenas pertenecen al pulp más tarantiniano.

La cordura del idiota (Versátil, 2019) de Marto Pariente sitúa al lector en la tranquila población de Ascuas, «donde nunca pasa nada. Hasta que pasa». El protagonista, Toni Trinidad (curioso el nombrecito), un poli de pueblo sin mucha madera de madero aquejado de hematofobia (vamos, que se desmaya ante la visión de una sola gotita de sangre) ve su apacible existencia severamente alterada con el supuesto suicidio de su único amigo, el loco del pueblo, apodado el Triste. Quizá tenga algo que ver con unos letreros colocados en su finca que, de manera soez, exhortan al malogrado individuo a vender sus terrenos. Para colmo de males, la hermana del poli sin pistola, Vega, le busca las cosquillas al Colmenero, mafioso manchego propietario de una numerosa colección de dedos conservados en formol. De la tranquilidad de patrullar las calles y los alrededores del pueblo sin más pena ni gloria y deleitarse con alguno de los reality shows televisivos, pasará a verse envuelto en una disparatada trama que lo enfrentará a narcotraficantes, sicarios, corruptelas varias y sangre, mucha sangre.

Distinta a los planteamientos convencionales de la novela negra, La cordura del idiota presenta todo un reto lector: ser capaz de pasar páginas y cerrar la boca al mismo tiempo. En capítulos cortos, que imprimen buen ritmo a la obra, y sin entrar en descripciones ni digresiones innecesarias, Marto Pariente utiliza la narración en primera, segunda y tercera persona para marcar con claridad la voz que relata. Alterna la narración en presente con el flashback que permite conocer al lector la primera infancia de los hermanos Trinidad, dura, durísima. En contraste, el carácter pulp de las situaciones y los diálogos convierte a muchos de ellos en momentos de hilaridad perpleja (y yo siempre agradezco que me hagan reir). Si tuviera que quedarme con algo de la novela elegiría el elenco de personajes que dan vida a las páginas de La cordura del idiota (cada cual más particular y descabellado que el anterior) y, sobre todo y sin lugar a dudas, con los exleñadores, psicópatas y vascos, fanáticos de Mecano.



sábado, 17 de diciembre de 2022

La última leyenda, de C. J. Cilleros

Dicen que todo lo bueno en algún momento se acaba, pero yo no me termino que creer que haya de ser forzosamente así. A veces algo toca a su fin en el plano temporal pero se queda con nosotros en el plano emocional, donde las agujas del reloj no significan nada. Con algunas de nuestras lecturas ocurre lo mismo: se lee la última palabra de la última página, se coloca con mimo el libro en su lugar de la estantería y, sin embargo, los personajes siguen acompañándonos en el café o sentándose junto a nosotros en el sofá.

Yo acabo de terminar La última leyenda (Khabox Editorial, 2018), la tercera y, supuestamente, última entrega de la saga Creadores de magia del autor C.J. Cilleros, y la verdad es que no he querido despedirme de sus personajes. Cory, Alex, Tahy, Gabriel –y sus versiones onírices– y algunos otros se quedan conmigo hasta que ellos decidan marcharse. Todos ellos vivirán en esta obra el desenlace de la historia de magia (y de amor) que se inició en La lágrima del guardián al descubrir Cory su pertenencia al mundo mágico y revelarse la gran amenaza que se cierne sobre este y, por extensión, sobre la Tierra. En La última leyenda, la magia oscura encarnada en la figura de Necrótanom ha resurgido en todo su maléfico esplendor con la vista puesta en el eclipse galáctico que sucede cada 26.000 años en nuestro universo y que, bajo unas determinadas condiciones, es capaz de desatar la fuerza mágica de los nueve elementales, otorgando a quien lo absorba el poder absoluto. Mientras tanto, Gurka, el Amo de la Niebla (si hubiera solo un malo sería demasiado sencillo), diseña su estrategia para arrebatarle la supremacía a Necrótanom y someter a todas las criaturas mágicas. Nuestros Guardianes lo van a tener francamente difícil para superar el reto final. Capturados y al límite de sus fuerzas, contemplarán con angustia el inicio de una debacle que se barrunta irremediable. Sin embargo, la fortuna se reserva un poderoso as bajo la manga y... Juas, si piensan que se lo voy a contar todo lo llevan claro. Si sienten curiosidad, pueden saciarla leyendo la saga.

Fantasía, magia, amistad y amor incondicional son los elementos que combina C.J. Cilleros, el autor, para crear una trama sólida que enseguida capta el interés del lector y lo atrapa entre sus páginas. Una imaginación desbordante y su capacidad de plasmar por escrito sentimientos y emociones son las señas de identidad de un autor que crea historias fascinantes dotadas de alma. ¿Será que él también es un creador de magia? 

domingo, 11 de diciembre de 2022

La ira del unicornio, de C.J. Cilleros

En Libridinosum seguimos cabalgando a lomos de la magia para combatir los desapacibles días que anuncian la llegada del invierno al otro lado de la ventana. Manta calentita, gatos tumbados sobre mis piernas y, en mi regazo, la segunda entrega de Creadores de magia, de C.J. Cilleros recién terminado. Mucha magia –por supuesto– y toneladas de acción que también dejan espacio para sentimientos y emociones que calan hondo.

La ira del unicornio (Khabox Editorial, 2017) es el segundo título de esta saga mágica y, al igual que el anterior –La lágrima del guardián–, me ha dejado con ganas de más. Suerte que aún me queda el tercero. En esta entrega, Cory y el resto de los Guardianes de Núbbalis se verán obligados a proteger a los habitantes de la Tierra de los úmbros creados por alguno de sus enemigos. Los úmbros son seres malignos que invaden los cuerpos de los humanos y los transforman en criaturas perversas y destructivas. Para evitar que las sombras apaguen toda la luz de la humanidad, los Guardianes deberán encontrar un objeto mágico que guarda en su interior un peligroso hechizo olvidado. Durante la búsqueda, Cory se enfrentará a nuevos descubrimientos sobre su origen y, sobre todo, tendrá que hallar la forma de asumir por completo su naturaleza híbrida –humano y unicornio– para despertar completamente sus poderes. Aparecerán nuevos creadores de magia y algún otro cobrará más relevancia, lo que aumentará la complejidad de la trama.

Aparte de la capacidad de la obra para atraparme en su argumento y hacerme empatizar con algunos personajes, admiro la potencia imaginativa de C.J. Cilleros, el autor, a la hora de crear criaturas mágicas e insuflarles su hálito de vida. Además, me encanta su modo, intenso y totalmente verosímil, de plasmar sentimientos y emociones sobre el papel. No les robaré más tiempo, pero no puedo despedirme sin recomendarles que le hagan un hueco a la magia y a sus Creadores en sus lecturas.


domingo, 4 de diciembre de 2022

La lágrima del guardián, de C.J. Cilleros

En ocasiones el frío, el gris y algún barniz de pesadumbre se nos instala en el alma y ya no somos capaces de percibir la magia, ni la exterior, que hace que el mundo sea un lugar medianamente soportable, ni la que habita nuestras entrañas disfrazada de sonrisas y abrazos pasados o futuros. Es entonces cuando los que creemos en la magia más agradecemos que alguien nos recuerde que, aunque por circunstancias no podamos sentirla, sigue existiendo y nos mantiene vivos. A veces, como me ha ocurrido a mí, ese regalo llega en forma de libro. Esta vez el autor se llama C.J. Cilleros y su saga, titulada Creadores de magia, ofrece al lector la oportunidad de mirar al cielo e intentar descubrir la silueta del mundo mágico que construye para que podamos abrir las alas y escapar de este.

Acabo de terminar la primera entrega de la saga, La lágrima del guardián (Khabox Fantasy, 2016) y estoy deseando continuar para averiguar qué les depara el futuro a sus singulares personajes, los onírices, y al mundo mágico de Núbbalis. En esta primera entrega, el autor nos presenta como protagonista a Cory O'Neil, un muchacho de 15 años nacido en Escocia que se traslada a Madrid junto a su familia. Todos, incluido él, esperan que el cambio de aires mejore la situación del chico que, inadaptado y víctima  de acoso, no logra encontrar su lugar en el mundo. Hasta que la casualidad le lleva a encontrarse con los ojos de Alex en un pasillo del nuevo instituto, y a sentir que ya no está solo. Alex es un onírice, un Guardián del Unicornio Blanco de Núbbalis, y ayudará a Cory a descubrir no solo que la magia existe, sino también que es una parte esencial de su ser. A pesar de sus reticencias iniciales, un trágico acontecimiento empujará a nuestro protagonista a aprender a usar sus habilidades mágicas y a colaborar con el resto de onírices en la búsqueda de las lágrimas de su creador, imprescindibles para hacerle frente a la malvada oscuridad cuyo propósito es... Si quieren averiguar más, tendrán que leerlo, puesto que yo ya no les voy a contar más.

Sí les diré, sin embargo, que C.J. Cilleros ha ensamblado con pericia una historia que tiene de todo: mucha magia, mucha posibilidad de reflexionar sobre aquello que nos resulta diferente, mucha superación personal con el apoyo de una mano amiga (y qué imprescindible resulta) y la certeza de que la unión hace la fuerza en la mayoría de ocasiones. Ah, y un poquito de amor, que nunca viene mal. Con todos estos ingredientes y algún que otro hechizo importado probablemente de Núbbalis, el autor crea una trama y unos personajes que atraparán al lector desde el primer momento y le instarán a seguir leyendo. 

El día que se perdió la cordura, de Javier Castillo

Hace unos días, en Estamos Leyendo Blog, publicaron una interesante entrevista en torno al thriller y la entrevistadora hizo una...