Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida,ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.(Ley del talión, en Éxodo, 21: 23-25)
No solemos pensar en que nuestro tiempo en este mundo es finito. Actuamos como si las agujas del reloj no apuntaran hacia el inexorable final que verdaderamente nos hace a todos iguales. Pero, ¿qué pasaría si, de repente, nos dieran la nefasta noticia de que el final de nuestros días es inminente? ¿Qué nos gustaría hacer con el tiempo que nos quedara? Difícil, ¿verdad? En la novela que acabo de terminar, a una de las protagonistas se le revela claro como el agua.
Talión (Planeta, 2018), es la primera novela publicada de Santiago Díaz. Original e impactante, elicita una empatía casi inmediata con una de sus protagonistas, Marta Aguilera, una periodista que, tras sufrir episodios recurrentes de dolor de cabeza y mareo, decide acudir al médico, que le dará la devastadora noticia de que padece un tumor cerebral en estadio avanzado y que le quedan a lo sumo un par de meses de vida. Marta no tiene familia y tampoco se siente emocionalmente cerca de sus pocos amigos. Intenta digerir las malas nuevas al tiempo que trata de averiguar en qué va a ocupar el escaso tiempo del que dispone. Sin embargo, el destino juega a menudo con cartas marcadas, y su última actuación como profesional del periodismo será entrevistar a un joven pederasta acusado de violar y asesinar a una niña de siete años cuya culpabilidad está más que asegurada a pesar de la falta de pruebas concluyentes que imposibilitan una condena judicial. Marta ya tiene poco o nada que perder... ¿y si ella impartiera la justicia divina que no es posible ejercer en los tribunales? Por otro lado, la inspectora Daniela Gutiérrez, frustrada por la puesta en libertad del pederasta, deberá investigar el posterior asesinato del mismo a la vez que lidia con la difícil tesitura en la que se encuentra con su hijo. Las vidas de ambos quedaron truncadas al perder al marido/padre e hijo/hermano mayor en el último atentado de ETA en Madrid y su dolor se agudiza ante la inminente salida de prisión de la etarra que lo perpetró por la derogación de la Doctrina Parot. Marta Aguilera se esconderá tras el grandilocuente pseudónimo "Talión" y la inspectora Gutiérrez se verá en la obligación de atraparla, lo que generará una tensión y una intriga que no se diluirán hasta la última página.
Queda claro y nítido que la sociedad reclama a gritos una justicia más contundente que la que imparten los jueces interpretando las leyes y, en Talión, Santiago Díaz plantea la posibilidad de tomarse la justicia por la propia mano y el dilema moral que ello suscita. En torno a esta posibilidad, el autor construye una novela estructurada en partes diferenciadas tituladas según el dueto víctima-agresor para contar la historia de Marta, una mujer cuyas raíces se han difuminado en el tiempo y tiene que ser consecuente con sus últimas decisiones. Ni heroína ni antihéroe, simplemente justiciera. Aunque el lector no comparta su opinión, la entiende sin lugar a dudas. El contrapunto a Marta Aguilera lo pone la otra gran protagonista, la inspectora Gutiérrez quien, a pesar de haber sido víctima del terrorismo, sigue confiando en el trabajo que hace como policía y en la ley. Santiago Díaz relata los hechos e intenta dejar las consideraciones éticas y morales a criterio del lector, aunque hacia el final del libro no puede evitar decantar la balanza (supongo que es imposible no hacerlo) hacia uno de los lados. Bien está, teniendo en cuenta que ficción es ficción y que, para otras tristes realidades e injusticias, no es necesario más que poner las noticias. En definitiva, novela muy recomendable que os hará pasar excelentes ratos de lectura siempre y cuando no seáis acérrimos de un sistema judicial garantista.
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