domingo, 6 de abril de 2025

El hijo olvidado, de Mikel Santiago


Como ya he dicho alguna que otra vez, cuando determinados nombres de autor/a aparecen en la portada de un libro, sabes que te va a gustar. El de Mikel Santiago es uno de esos casos, todo un referente en lo que se denomina “euskalnoir”, y en la novela que acabo de terminar, su penúltima obra publicada, vuelve a demostrar por qué. Casi dos años después de cerrar la Trilogía de Illumbe, Mikel Santiago rescata a algún personaje cuyo nombre aparece en la trilogía y coloca de nuevo la costa vizcaína en los primeros puestos del ránking de la novela negra española.

Si hubiera que definir El hijo olvidado (Ediciones B, 2024) con una sola palabra, esta sin duda sería TENSIÓN, así con mayúsculas. El protagonista de esta novela es uno de los que más me han gustado del autor de Portugalete. Su nombre es Aitor Orizaola, un ertzaina que está de baja mientras se recupera de graves lesiones producidas por un ataque cuyas consecuencias van más allá de lo físico, puesto que pende sobre su cabeza un expediente disciplinario que pone en riesgo su futuro laboral. Si no tuviera ya bastante, va a tener que enfrentarse a un problema familiar que le pondrá aún más contra las cuerdas: su sobrino Denis, a quien crió como un hijo, es acusado de asesinato. Aparte de que Denis jure y perjure que es inocente, el olfato de sabueso de Ori —como se refieren a él los más allegados— le dice que algo huele mal en ese caso, por lo que emprende una investigación extraoficial en la que se va a saltar todos los protocolos habidos y por haber. Contará para ello con la ayuda de varias personas, entre ellas una ertzaina destinada en la comisaría que lleva el caso y una periodista que necesita esclarecer la muerte de su ex-pareja. Una falsa acusación, suicidios como poco misteriosos, indicios que apuntan a una de las familias más ricas y poderosas de la zona, serán algunos de los hilos de los que tire Orizaola en la que probablemente sea la investigación más importante de su vida.

Los pasos de los personajes de El hijo olvidado transcurren por los mismos parajes de la Trilogía de Illumbe, mojados a menudo por la siempre presente lluvia y enmarcados por el azul del mar. Verdes y azules se combinan tan bien en la pluma de Mikel Santiago que es imposible no trasladarse allí con la imaginación, confirmando que uno de los puntos fuertes del autor es la magnífica ambientación de sus obras. Asimismo, los personajes están muy bien dibujados, y el de Ori me ha encantado. Tan ertzaina y tan humano, chulo, duro y tierno a la vez, que la empatía llega sola. La trama es redonda, y todas las subtramas convergen a la perfección en ella, sin cabos sueltos. Y como siempre está la música, una de las grandes pasiones del autor, contribuyendo de una forma casi mágica a la ambientación de la novela. En resumen, El hijo olvidado sigue la línea ya trazada por Mikel Santiago del auténtico thriller, dotado de agilidad narrativa, profusión de diálogo, personajes atractivos y giros insospechados, una lectura que engancha desde las primeras páginas y no da tregua alguna al lector. Muy recomendable y, dicho sea de paso, si aún no habéis leído a Mikel Santiago, estáis tardando. Me quedo con una frase de esta novela: Cuando los malos se topan con los locos, hay problemas. 

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