Considero que una novela es el conjunto de la historia que narra, la forma en que está escrita y el papel activo que juega el lector a la hora de imaginarla. Por eso tengo un poco el "corazón partío" al hablaros sobre la que acabo de terminar, porque es una muy buena historia pero le falta una buena dosis de corrección. Y no puedo recomendaros que la leáis sin advertiros antes porque sería como venderos un producto que tuviera cierta tara. Ahora ya, una vez advertidos, os puedo decir que aunque la correctora que vive en mí ha sufrido una agonía, la lectora ha disfrutado como un cerdito revolcándose en el barro, porque el autor es un excelente narrador bien versado en manipular a su antojo la voluntad y las emociones de su público.
Bajo el título de Los crímenes del mar de Madrid (2022), Manuel Delprieto nos ofrece la segunda entrega de su saga protagonizada por Julia Verbeke. La joven cabo de la Guardia Civil a la que conocimos como veinteañera en Los crímenes de la luna menguante ya ha llegado a los cuarenta y es teniente de la UCO. En el momento en que da comienzo la trama, Julia acaba de regresar a Madrid de una estancia de varios meses en el sur, ya que nunca abandonó su obsesión por hallar el cadáver de su padre, fallecido en acto de servicio muchos años atrás. Al parecer, ya va a poder cerrar ese capítulo de su vida... También le gustaría dar carpetazo a su historia con el musculoso sargento Iván Roca, con quien dejó la relación meses atrás a causa de una escultural cornamenta cortesía del señor. Sin embargo, el destino y el teniente coronel Miranda (con quien Verbeke no se lleva precisamente bien) tienen otros planes, y van a tener que trabajar juntos en su próxima misión. Ha aparecido un cadáver en un embalse de la sierra Norte de Madrid, y las circunstancias son muy similares al hallazgo de otro anterior, seis meses antes, en el mismo entorno. La UCO deberá descartar el suicidio, lo que será fácil dados los acontecimientos que tienen lugar a continuación. Con la colaboración del puesto de la Guardia Civil de la zona, la élite de la benemérita tendrá que hallar las piezas de un puzle que se torna cada vez más macabro en un escenario agreste y hostil donde las desapariciones van a volverse el plato principal de su menú diario. Demasiados frentes abiertos para Verbeke que afectan a los de su alrededor... Y no voy a decir nada más, porque merece la pena entrar en la trama, disfrutarla y sufrirla desde cero.
En Los Crímenes del mar de Madrid, Delprieto le ofrece al lector una historia adictiva a más no poder, utilizando tanto elementos clásicos del noir como aspectos más vanguardistas. Su trama bien engarzada se apoya en personajes de lo más variopinto llenos de perspectivas y matices, diálogos reveladores, descripciones minuciosas y subtramas que irán aportando complejidad a la principal. Debo confesar que he caído rendida ante la absolutamente incorregible Julia Verbeke, que no sabe darse a trozos y lo que hace, lo hace desde el fondo del alma. Una mujer que, por sus medidas fuera de la norma, para muchos queda al margen de los canones estéticos de belleza femenina, pero a ojos de quien la ama y llega a conocerla es toda una diosa. Un poco bruta, eso sí... (no sé a quién me recordará), pero deja impronta en el corazón de los lectores. Además de retratar en la novela la miseria más abyecta del ser humano, Manuel Delprieto nos habla de segundas oportunidades, de la posibilidad o no de la reinserción, de la complejidad de las relaciones familiares y de ese perro de tres cabezas al que llaman amor, del dolor y los límites... Pese a lo dicho al inicio de la reseña a modo de advertencia, queda claro que la recomiendo, ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario