Un parásito es un organismo que necesita de un ser de otra especie para nutrirse y sobrevivir. Su beneficio siempre entraña un perjuicio, de rapidez variable pero inexorable, para el huésped. Por ello, si este último lo descubre y tiene posibilidades, tratará de eliminarlo. De ahí que muchos parásitos sean expertos en camuflaje. Lo normal es que pertenezcan al reino animal o vegetal pero, ¿y si los avances tecnológicos de nuestra era hubieran posibilitado el parasitismo de otra índole? ¿Y si la naturaleza del futuro todopoderoso fuera la de un maldito psicópata? En la novela que acabo de terminar, se explora de manera muy habilidosa esta posibilidad.
Cuando uno lee La estrategia del parásito (Ediciones SM, 2012), de César Mallorquí, lo primero que se encuentra es que si acerca la portada a una fuente de luz, esta muestra un mensaje oculto sobre un ente que nos vigila. Si continúa hasta la primera página, descubrirá que el título y autor originales están tachados, y que se han añadido otros diferentes: "El asunto Miyazaki", de Óscar Herrero. Y así se llama el protagonista de esta novela, que nos contará detalladamente su historia y qué le ha llevado a la situación en la que se encuentra. Óscar es un joven estudiante de periodismo que vive en Madrid en un piso compartido y compagina estudios con una beca en la radio. Un día lee en el periódico la noticia del fallecimiento en accidente de tráfico de Mario, un antiguo compañero de colegio y, al día siguiente, recibe en su buzón una carta de este acompañada de un pendrive. La carta más misteriosa no puede ser: Óscar debe guardar la memoria USB hasta que el remitente venga a recogerla. Si este antiguo contacto no apareciese, deberá hacer uso del contenido del pendrive, tomando la precaución de conectarlo a un ordenador con el disco duro formateado y sin conexión a Internet, ya que su contenido podría ser un peligro para toda la humanidad. Evidentemente, el propietario del pequeño artefacto no va a venir a reclamarlo y, como ya podréis esperar, Óscar hace caso omiso de todas las advertencias e indaga en la memoria sin seguir las indicaciones de la carta. A partir de ahí, su apacible existencia se tornará un verdadero infierno. ¿En qué estaba metido Mario y dónde lo ha obligado a meterse a él? Con la ayuda de Judit, la despampanante ex-novia del finado, Óscar deberá averiguarlo al mismo tiempo que trata de controlar sus hormonas y sus sentimientos.
En La estrategia del parásito, César Mallorquí ofrece al lector un tecno-thriller juvenil (para todas las edades, como digo siempre) donde la acción es una constante y las sorpresas se suceden página tras página. Así, no es de extrañar que la haya devorado. Además, es una de esas novelas que te dejan pensando: ¿puede lo que cuenta llegar a pasar? ¿Y si la realidad volviera a superar cómodamente a la ficción? Y vosotros ahí tan tranquilos navegando por la red y leyendo esta reseña...