La banda terrorista ETA ha sido sin duda uno de los puntos más negros de la historia reciente de España. Desde 1958 a 2018, sus extorsiones, atentados, secuestros, tiros en la nuca, etc., sembraron el terror indiscriminadamente tanto en tierras de Euskal Herria como en otros muchos lugares de España. Como en todos los casos de terrorismo, su poder nació del miedo y del sufrimiento de millares de personas. Afortunadamente para todos, ese poder engendrado por la violencia ha quedado atrás y, desde principios del s. XXI, se observa la aparición de más y más obras literarias que de alguna forma retratan los paisajes del dolor y del odio, la bajeza y el lodo moral que enfangó a comunidades enteras, y los desgarros y secuelas que provocó en las víctimas. No será de extrañar que la temática etarra nutra las letras españolas en los próximos años, ya que es la literatura una excelente arma para conjurar el miedo e intentar evitar errores del pasado. La novela que acabo de terminar, que traza con bastante precisión el mapa del naufragio psicológico de un liberado de ETA, es buen ejemplo de ello.
Cáncer de alma (Distrito 93, de Bunker Books, 2024), de Alberto Lozano Luque, es difícil de etiquetar en términos de género. ¿Mucho suspense y psicología dan como resultado thriller psicológico? ¿Si hay algo de investigación también le añadimos la etiqueta de novela negra? Ya sabéis que se me dan fatal las etiquetas, así que os recomiendo leerlo y elegir por vosotros mismos. En las primeras páginas de Cáncer de alma, el lector será testigo de la liberación de Víctor Argote, un escritor secuestrado por la banda terrorista y encerrado en un zulo dos años atrás. Algo sale mal durante la liberación, porque aparece la policía y se produce un tiroteo en los que salen malparados miembros de ambos bandos. Ya en el hospital, Víctor manifiesta su voluntad de hablar con el etarra convaleciente, sin explicitar por qué, pero antes de lograrlo, este muere. La vuelta a su casa, en Treviño, es complicada. La vida anterior parece de otro. Las pesadillas recurrentes no le dejan descansar. Elena, la psicóloga que le asigna el Estado español, intenta ayudarlo mediante terapia cognitiva conductual y, cuando comprende que esta no va a ser suficiente, tratará de convertirlo en onironauta (terapia en estado experimental que se basa en dominar los propios sueños lúcidos). Un viaje a Madrid por asuntos de negocios le vendrá de perlas para librarse de Elena y de la guerra contra las secuelas de su trauma, a la vez que le sumerge en una investigación a espaldas de todo el mundo. Negociaciones con grupos armados. Una novela de sospechosa autoría y otra sin terminar que podría contener la cura al cáncer que pudre el alma de la humanidad. ¿Qué será de Víctor? ¿Logrará retomar su vida en el punto en que la dejó? ¿Bailará con sus fantasmas? Para saber, tendréis que leer...
Suspense, acción, mentiras y manipulaciones, secretos, recuerdos, traumas, el pasado, un secuestro, violencia… serán alguno de los ingredientes con los que Alberto Lozano ha cocinado Cáncer de alma, combinándolos a la perfección con una intensa y completa trama psicológica. Los personajes, con personalidades muy definidas y complejas, están muy bien construidos en todas sus facetas. Las situaciones y reflexiones que plantea la trama constituyen el reflejo (bastante acertado) de las relaciones humanas, gobernadas por la codicia, el rencor, la venganza o el egoísmo en muchos casos. Además, es reseñable la calidad narrativa de la prosa del autor, que hace al lector disfrutar tanto del qué como del cómo. En definitiva, una lectura muy recomendable. Si podéis, echadle el guante.
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