martes, 28 de enero de 2025

La vida secreta de la última wiccana, de Gema Tacón


La Wicca es una religión muy conectada a la tierra y a sus ciclos, que no busca la divinidad en el exterior, sino en el interior de cada uno de nosotros, y se basa en las energías creadoras que se unen y generan todas las energías del universo, llamadas el dios y la diosa (energía masculina y energía femenina respectivamente). Los wiccanos y wiccanas se conectan con el lenguaje de la naturaleza y de la tierra, y saben interpretar el significado de que haya más o menos sol durante el año, qué nos quiere decir la lluvia o qué pueden hacer por nosotros las plantas, y a conjugar todo lo anterior con los elementos. No conocía esta religión vinculada a la brujería y a otras religiones antiguas, pero como dicen que no se acuesta uno sin aprender algo nuevo, pues aquí llega Gema Tacón para ilustrarme y que me pueda ir a la cama.

En La vida secreta de la última wiccana (2017), Gema Tacón ofrece al lector una historia de fantasía y aventuras cuyas páginas estarán pobladas por brujas, seres fantásticos y hasta el propio mal hecho carne y hueso. La trama comienza con Anastasia, la protagonista, viviendo el peor momento de su vida. Su abuela Iris, que la crió y con quien siempre ha vivido, ha muerto, y la chica piensa que ya no tiene a nadie en el mundo, pues la relación con su madre no es precisamente buena. Pero Iris nunca le contó su gran secreto: era una poderosa bruja Wicca, y es Anastasia quien recibirá su legado. Medio desquiciada al conocer sus orígenes, Anastasia se verá obligada a embarcarse, junto a otros cuatro jóvenes a mos que acaba de conocer, en la peligrosa (casi kamikaze) misión de búsqueda de unos objetos mágicos que les permitirán derrotar a un mal encarnado en demonio cuyo fin es aniquilar toda la magia del mundo acabando con los seres que la portan o son capaces de usarla. Poco a poco Anastasia se va haciendo más consciente de la verdad de su abuela y sus posibles consecuencias, por lo que empieza a vislumbrar por qué la anciana lo mantuvo en secreto. Además, el aquelarre impuesto se convertirá en poco tiempo en su familia, y conocerá el sentimiento de pertenencia a un grupo. Pero, ¿lograrán nuestro jóvenes héroes reunir los cinco artefactos y usarlos como es debido para vencer al demonio Hippomane? Ahhhh, si queréis saber, tendréis que leer. 

Una vez más, la Tacón consigue absorberme y que no quiera dejar de leer hasta no saber qué pasa. En La vida secreta de la wiccana, mezcla elementos reales de la Wicca (curiosa e interés labor de documentación la suya, por cierto) con fantasía y ese sentido del humor sin el que no sería ella. No sé cómo lo hace, pero a sus personajes dan ganas de adoptarlos, y a ella...bueno, cierto grado de tortura tampoco estaría mal, porque hacer sufrir así a esta lectora... En resumidas cuentas, que la leáis si tenéis la oportunidad, porque la vais a disfrutar. 




domingo, 26 de enero de 2025

Condenada, La Reina de las Sombras, III


¿Cuánto talento y cuánta magia caben en un libro? ¿Cuánto voy a extrañar a sus personajes? Esas son las preguntas que me rondan la cabeza después de haber terminado la novela que empecé a leer anoche, y sé que la respuesta a ambas es: INFINITO. Si he de ser sincera, me siento como una niña contenta porque le han contado un cuento que le ha gustado mucho, y triste a la vez porque ha llegado a su final. Honestamente, no sé de qué me asombro, si cada novela que he leído de esta autora me ha encantado pero...¿sabéis qué? Qué ojalá nunca pierda esa capacidad de sorprenderme y maravillarme con sus letras. Vale oro, os lo aseguro, y prueba de ello es que mis ganas de leer aumentan exponencialmente cuando tengo una obra suya entre manos. 

Como todo lo que empieza tiene un final (cosa que habría que explicar a ciertos autores de fantástica que no terminan sus sagas), hoy os hablo de Condenada (publicada también en 2021), la tercera y última entrega de la saga La Reina de las Sombras, de Gema Tacón. En esta entrega final, Helen, la protagonista, tras los acontecimientos de la anterior, no se ve capaz de continuar junto a los suyos y huye a la isla de Eea junto a su antepasada Circe, la bruja más poderosa que ha pisado esta dimensión o cualquier otra. Circe la instruye con el fin de mejorar su técnica y sus poderes, pero comete el error de dejarla a cargo de Fatuo, un fauno atractivo pero incapaz de protegerla de ese afán suyo de morirse (ahora que lo pienso, no sé si conozco a un personaje que haya estado a punto de morir tantas veces en un breve lapso de tiempo). Debido a su conexión con algún apuesto alado, Helen percibe que las cosas no van bien en su mundo y, junto al atónito Fatuo y una ninfa a la que acaba de salvar la vida, regresa a su hogar y tiene que adentrarse literalmente en el mismo infierno, burlar a Caronte y rescatar a uno de sus amigos. Su regreso al mundo de los vivos es casi tan peligroso (o más) que su estancia en el averno, pues la Reina de las Sombras y sus secuaces redoblarán sus esfuerzos para unirla a sus filas o destruirla. Helen descubrirá en esta entrega la verdad sobre su linaje y sus poderes, con la tónica habitual de tener siempre el "corazón partío". Amor, amistad, lealtad, alianzas, traiciones, verdades y mentiras acabarán situándola en una encrucijada donde no tendrá más opción que elegir, pero, ¿tomará la decisión correcta o se equivocará una vez más? Ya sabéis, si queréis averiguarlo, tendréis que leer esta y las dos anteriores. 

Decir que Condenada me ha encantado es poco. No sé si la he devorado o la he respirado. Gema Tacón cierra con broche de oro una trilogía que me ha secuestrado literalmente de la realidad en unos días en que lo necesitaba un poquito bastante. Su portentosa imaginación, combinada con su sentido del humor y su ingenio, ha sido capaz de mezclar seres fantásticos de todo tipo tocando dos de mis debilidades. Por un lado, la mitología, eligiendo precisamente a Circe, uno de mis personajes mitológicos favoritos. Por otro lado, dragones, por lo que besaré siempre el suelo que la gaditana pise. Gracias, Gema, por hacerme sentir la magia una vez más. 




sábado, 25 de enero de 2025

Vencida, La Reina de las Sombras II, de Gema Tacón


Uno de los recuerdos que tengo grabados de cuando mi hija era pequeña es tener que detener una película para serenarla y recordarle la diferencia entre la ficción y la realidad. Lo que está ocurriendo no ocurre de verdad, cariño, le decía. Pero es que yo lo siento como si fuese verdad, mamá, me contestaba. Nunca tuve dudas acerca de la procedencia de tal capacidad de empatizar (y de sufrir, todo sea dicho), porque a mí me ocurre exactamente lo mismo con algunas obras. Si encima el autor/autora de las mismas tiene el don de provocar la empatía inmediata con sus personajes, el resultado es impresionante: una lectora con el corazón encogidito y rogando a los espíritus de las letras que la prota se salve una vez más, que llegue a tiempo, que... Y mira que algunas autoras lo ponen difícil, ¿eh? 

Acabo de terminar Vencida (publicada en 2021), la segunda entrega de la saga La Reina de las Sombras, de Gema Tacón, y no veo el momento de acabar de escribir esta reseña para ponerme con la entrega final (y más le vale a la autora que acabe bien...). Después de toda la acción, expectación y suspense de Escondida, en esta nueva entrega la autora se supera. Qué nervios, por favor. La trama de Vencida comienza unos meses después de lo ocurrido al final del anterior. La protagonista, Helen, y sus fieles y peculiares amigos se hallan en el antiguo hogar de esta, ultimando los detalles de su reconstrucción tras la desolación causada por la Reina de las Sombras. Tras meses de búsqueda, Helen no ha logrado encontrar a su amado Sam, pero pronto aparecerá Ahharu, un apuesto ser medio ángel medio vampiro que llegará a su vida para perturbarla un poquito más si cabe. Helen ha descubierto que tiene familia y persevera en su incesante búsqueda de respuestas. Va cambiando y agregando dones a los que ya de por sí posee, a la vez que va descubriendo más secretos sobre su linaje mágico. La pérdida de seres queridos parece ser tan inherente a su naturaleza como respirar. Por supuesto, la Reina de las Sombras tiene mucho que ver con esas pérdidas, pues no ceja en su empeño de capturarla y hacerla elegir la oscuridad. En esta entrega, Helen contará con la ayuda de criaturas como los Pukas (caballos mágicos), una Banshee y algún que otro sidhe. Sin embargo, por más que se esfuercen todos, acabará en manos de su peor enemiga. ¿Conseguirá salvarse una vez más? ¿A quién perderá esta vez por el camino? Ya sabéis, si os ha picado la curiosidad, tendréis que leerla, pasando primero por Escondida, la anterior.

Esta vez no os voy a hablar de prosas, ni de diálogos, ni de giros argumentales (que los tiene, ¿eh?, y muy potentes). Primero porque tengo mucha prisa por coger el siguiente, Condenada, y segundo porque lo que quiero destacar es la asombrosa habilidad de Gema Tacón para conjugar elementos literarios de forma que el lector no consigue despegarse de las páginas ni aunque quiera. Y de hacerme a mí sonreír, sufrir, y emocionarme como pocos han conseguido hasta la fecha. No me queda más que recomendaros esta historia donde la fantasía y la tensión se combinan con el obetivo de que la devores. ¡Ah!, que se me olvidaba, y de bonus lleva un interesante triángulo amoroso... Que la leáis, ya está. 

viernes, 24 de enero de 2025

Escondida, La Reina de las Sombras I, de Gema Tacón


Dicen que a veces necesitamos la fantasía para no morir de realidad, y qué cierto es a veces. Algunas personas (por decir algo) la necesitamos incluso para terminar de ser nosotras mismas, como por ejemplo esta lectora que vuelca aquí sus letras como quien entierra un tesoro para que perdure en el tiempo. Dadme un poco de magia y dominaré el mundo. Dadme a un elfo guapo y... Uy, a ver si me estoy liando... Es lo que pasa por tener la cabeza en cualquier sitio menos en este mundo. Ya en serio, aunque me encanta la novela negra, policíaca o similares y disfruto con una buena historia si me la cuentan bien, mi debilidad es la fantasía. Será porque mi alma es la de un unicornio, o la de un gnomito de jardín, quién sabe. Por eso tenía muchas ganas de ver cómo se desenvolvía una de las autoras más versátiles y locas de mi lista de favoritos en el terreno fantástico, y la verdad es que he quedado muy satisfecha (y con ganas de más, por supuesto). Y es que la he devorado. La novela que acabo de terminar, quiero decir, no a la autora. 

Escondida (publicada en 2021) es la primera entrega de la saga La Reina de las Sombras, de la gaditana Gema Tacón. Mezclando varios subgéneros fantásticos, la imaginación desbordante de la Tacón nos ofrece una historia de lo más entretenido y que engancha ya casi desde la primera letra. Su protagonista, una joven que responde al nombre de Helen, huye de su hogar para buscar algo que no tiene y parece esencial en la vida de sus congéneres: su libro de familia. Pero no el que expiden en el Registro Civil, ¿eh? Al parecer, en el entorno mágico del que proviene, se recibe al cumplir los 16 años y, aparte de la genealogía familiar, contiene información ciertamente interesante para la existencia en el mundo mágico. Perdida, asustada y confusa, sus pasos la llevan a un piso compartido con inquilinos un poco peculiares. Tan peculiares que resultan ser seres mágicos... Antes de que puedan llegar a conocerse siquiera un poco, debido a la aparición de unas insólitas criaturas que persiguen a la prófuga, Helen y sus nuevos compañeros deberán emprender una frenética huida que les garantizará (a ellos y al lector) adrenalina por un tubo. ¿Quién es en realidad Helen? ¿Por qué la persiguen esos bichos? ¿Lograrán escapar de ellos? Ahhhh, si queréis saber, tendréis que leer. 

Elfos, licántropos, hadas, ángeles caídos y hasta un gnomo salido poblarán las páginas de Escondida, una novela entretenida con una prosa asequible y una narrativa donde predominan la acción y el humor que mantiene al lector enganchado. Personajes muy bien construidos y giros argumentales que sorprenden y enganchan más todavía. Y cómo no, una historia de amor que promete (y roza lo imposible, por supuesto)... A mí me ha dejado con ganas de más, y en cuanto termine de escribir estas letras voy de cabeza a la siguiente...


lunes, 20 de enero de 2025

La vida secreta de Sarah Brooks, de Santiago Vera


Me gusta que me recomienden autores nuevos, sobre todo si lo hacen tan bien como el último al que he tenido el gustazo de leer (mil gracias por la recomendación). Reconozco que me acerqué a él con ganas, pero también con cierto escepticismo, puesto que la comparación que de él hacían con dos de mis autores favoritos no era cosa de broma. Con Joël Dicker y Mikel Santiago, nada menos. Una vez leída su opera prima (que, todo sea dicho, no parece una primera novela), puedo afirmar que sí, que en ciertos aspectos me recuerda a ellos, pero con un toque propio que ha hecho que me enganchara a la novela desde la primera página y no quisiera soltarla ni para dormir.

La primera obra de Santiago Vera en llegar al público se titula La vida secreta de Sarah Brooks (Ediciones B, 2022) y es un thriller rural repleto de enigmas ambientado en una pequeña población de Oregón donde nunca pasa nada, hasta que pasa. La idílica monotonía de Stoneheaven se ve truncada tras el hallazgo del cadáver de Sarah Brooks, de dieciesiete años, desnudo y colgado boca abajo del emblemático roble de Undottar; el escenario, la posición del cuerpo y el hecho de que estuviera rodeado de velas podría apuntar a un crimen ritual, a una ofrenda para invocar la protección de Undottar, fundador mitológico del pueblo...o al menos eso piensa Barry Godwin, el rudo leñador que encontró el cuerpo. De la investigación del asesinato se encargará el sheriff Hole y su pequeño equipo, con la ayuda de Declan Jacobson, periodista de sucesos que ejerce además de fotógrafo para la policía, porque están escasos de personal. En su búsqueda incansable por hallar al autor de aquel brutal asesinato, el lector será testigo de cómo en la modélica vecindad donde se desarrollan los hechos se ocultan tal cantidad de secretos e inquinas que cualquiera podría ser el detonante del espantoso crimen, y pronto descubrirá que cualquiera de sus familiares o amigos podría ser el asesino (todos parecen tener un motivo) y que a Sarah Brooks nadie la conocía de verdad... El autor maneja con acierto las pistas y personajes y te hace dudar de todo y de todos. ¿Conseguirán el sheriff Hole y Delan Jacobson desentrañar la maraña de sospechosos y dar con el culpable? 

La vida secreta de Sarah Brooks, dividida en 53 capítulos cortos, está narrada, con una prosa asequible pero cuidada, a dos voces. Por un lado, y en primera persona, la de Declan Jacobson, el periodista; por otro, la de narrador omnisciente que relatará todo lo que ocurre cuando el periodista no está presente. Además, Santiago Vera incluye en la narración extractos del diario de Sarah que servirán tanto para saber cómo era la chica en realidad como para comprender algunos de los acontecimientos posteriores. Santiago Vera nos ofrece una historia con potentes giros argumentales, pero de la que yo destacaría sobre todo la creación de personajes y lo bien detalladas que están las acciones. Otro de los puntos fuertes de la obra es una ambientación muy lograda. El autor construye Stoneheaven como un pueblecito tranquilo, rodeado de bosques y salpicado de leyenda, en el que todos parecen conocerse pero donde en realidad nadie conoce a nadie, pues los secretos están a la orden del día. La única nota discordante en el bucólico escenario es la rivalidad latente entre las dos iglesias del pueblo. Nunca hasta ahora había tenido repercusiones sociales relevantes, pero el asesinato de Sarah viene a remover el avispero y van a salir a la luz muchos trapos sucios. En definitiva, una lectura que atrapa desde la primera página. Si podéis, echadle el guante. 

viernes, 17 de enero de 2025

Rony el pequeño chimpancé, de Carlos Suárez


Uno de los recuerdos más bonitos que guardo de cuando mi hija era pequeña era el momento de contar los cuentos. A veces, cuando no había mucho tiempo para buscar o inventar, recurría a los ya contados modificándoles algo o cambiándoles el final (he de decir que siempre me pillaba y protestaba). Pues hay papás y mamás que inventan tantos finales que al final terminan escribiendo su propio cuento. Este es el caso del asturiano Carlos Suárez, cuya experiencia como papá contador de cuentos y su gran imaginación lo llevó a plasmar en papel una historia tierna y de la que niños y papás podemos aprender mucho. Yo la he leído hace un ratito y me ha encantado. Además, los beneficios obtenidos de la misma van destinados a la Asociación Española contra el Cáncer.

En Rony el pequeño chimpancé (Pintar Pintar, 2021), las letras de Carlos Suárez y las ilustraciones de Toño Velasco nos cuentan que al monito Rony le encanta trepar a los árboles y desde allí observar las manadas de elefantes. Dentro de la comunidad chimpancé, los elefantes tienen fama de peligrosos, pero Rony descubrirá que no son tan diferentes a ellos, y que hasta parecen amistosos cuando juegan. Nuestro inquieto monito desafiará las costumbres de los suyos para acercarse a ellos y provocará un gran cambio. ¿Conseguirá que chimpancés y elefantes sean amigos? ¿Cómo lo hará? Si os ha picado la curiosidad, ya sabéis, a leer.

En Rony el pequeño chimpancé encontramos una narrativa dinámica y asequible a los más peques, y un buen recurso para reflexionar con ellos sobre temas tan relevantes como la aceptación y el respeto a la diferencia, la tolerancia y la confianza en uno mismo. Recordad, las niñas y los niños son libros en blanco que se escriben poco a poco con la incuestionable influencia de los adultos. No llenéis sus preciosas páginas de prejuicios. 

miércoles, 15 de enero de 2025

La señora March, de Virginia Feito


Creo que hasta la fecha no me había ocurrido nunca, pero me cuesta comenzar a escribir esta reseña porque no sé si la novela que acabo de terminar me ha gustado o no. Estoy realmente confusa al respecto. Podría decir que reconozco que, literalmente hablando, la obra está bien construida y llevada con bastante acierto, pero me ha resultado tremendamente desasosegante, hasta el punto de ponerme nerviosa y, sinceramente, acabar detestando a la protagonista. ¿Era ese el objetivo de la escritora? Tenía muy buena crítica y, al parecer, una brutal campaña de marketing detrás pero, ¿es realmente para tanto? Una vez leída ni entiendo el rebomborio ocasionado y, mucho menos, la crítica y las comparaciones. ¿La nueva Patricia Highsmith española? ¿Qué fuman los críticos? 

En cuanto al género, La señora March (Lumen, 2022), de Virginia Feito, es muy difícil de clasificar. La han catalogado como thriller, como novela negra, pero, a mi juicio, no encaja bien con ninguno de ellos. Ni tiene ritmo de thriller, ni investigación como tal. Sería más bien algún tipo de suspense psicológico, de ritmo lento y centrado básicamente en el personaje. La trama de la novela nos sitúa en un Nueva York de una época indeterminada. Hasta el marco temporal es ya desconcertante, puesto que aparece grabación en sistema VHS conjugada con la existencia del audiolibro. Quizá esto también sea intencional y metafórico. La protagonista incontestable de la obra es la que le da título, la señora March, una mujer en la cuarentena, casada con un afamado escritor y madre de un hijo, que vive en el sofisticado y lujoso Upper East Side neoyorquino. El último libro de su adorado y prestigioso esposo ha sido un gran éxito, probablemente el mejor de su carrera literaria, y nuestra señora March esta orgullosísima de él hasta que, en la pastelería donde habitualmente compra su pan de aceitunas, la dependienta le comenta ¿inocentemente? que la protagonista de la obra le recuerda un tanto a ella. ¡Horror máximo! La señora March se queda atónita, estupefacta, pues Johanna, el personaje central de la última novela de su marido, es una prostituta físicamente poco agraciada y sin excesivo talento a la que sus clientes le pagan por pena, pues su atractivo sexual roza el negativo. Conmocionada, la señora March se marcha del establecimiento jurándose en su fuero interno no volver jamás, sale a la calle y se ve arrastrada por una espiral de pensamientos y acontecimientos que la conducirán de mal en peor página a página. Poco después de ese episodio, que la desestabiliza de manera permanente, encuentra en el despacho de su marido un recorte de periódico concerniente al asesinato de una chica en una población donde su este suele ir a cazar. Por supuesto, nuestra protagonista dictamina sin dudar que su marido es el responsable de tamaña atrocidad y... Y nada, que mira, que si queréis saber más la tendréis que leer, porque yo no sé ni qué deciros. 

Y es que, efectivamente, el mundo interior de la señora March es el foco de la novela. Narrada en tercera persona, conocemos tanto al resto de personajes como los acontecimientos desde la perspectiva (sesgada, por supuesto) de la protagonista. La señora March es un ser que se alimenta de las apariencias. Sin embargo, tan irrelevante y vacía que no conocemos su nombre hasta el mismo final. Acomplejada, obsesiva, neurótica, con cierta tendencia al brote psicótico o la paranoia, y aunque sin duda es un personaje bien construido, no he podido empatizar con ella ni un solo segundo. Guiado por ella, el lector se sumergirá en una historia repleta de secretos, sospechas, miedos, siempre desde su punto de vista, con bastantes puntos para constituir un narrador no fiable. Tengo que admitir que Virginia Feito combina con mucha habilidad las situaciones psicológicas más escabrosas con recuerdos de la infancia de la señora March a modo de flashback, logrando que comprendamos mucho mejor las razones por las que esta elegante y distinguida dama, que lo tiene todo, sufre tanto y, de paso, nos tortura también a los demás. También es cierto que, sin ser adictiva, es interesante, pero lenta, y a veces se hace un poco pesada, pero no puedes dejar de leer porque la tensión y el suspense van en aumento, y sabes que en algún punto va a explotar. Ay, yo que sé, leedla vosotros y así juzgáis por vosotros mismos. 

sábado, 11 de enero de 2025

Los guardianes del libro, de Geraldine Brooks


Desde mediados de abril de 1992 hasta finales de 1995 el territorio que hoy conocemos como Bosnia y Herzegovina fue escenario de una cruenta guerra resultado de una complicada y peligrosa combinación de factores políticos y religiosos. Como siempre digo, y aplica desde el principio de los tiempos, estos no han dejado de ser nunca más que subterfugios que ocultan los delirios megalómanos y las ansias de poder de unos pocos. Hablar de la guerra de Bosnia es imposible sin recordar la matanza de Srbrenica, el último genocidio en suelo europeo, la mayor masacre en el viejo continente desde el Holocausto: 8372 personas de etnia bosnia musulmana fueron cruelmente asesinadas por los nacionalistas serbios ante los ojos del mundo. Limpieza étnica. Exterminio. Para acabar con un pueblo es necesario acabar con su legado, con su cultura, con su identidad. Desde el incendio de la Biblioteca de Alejandría ha sido así. Tres mil años de destrucción de libros y otros bienes culturales para tratar de borrar de la faz de la Tierra la semilla que los generó. Memoricidio se llama. Bombas incendiarias de fósforo destruyeron la Biblioteca de Sarajevo, la Jerusalén de los Balcanes (incomprensiblemente, la orden de lanzarlas fue dada por un profesor de literatura especializado en Shakespeare). Muchos ciudadanos arriesgaron sus vidas para salvar lo que pudieron de aquellas ingnominiosas bombas. Una de las joyas que se salvó de la destrucción del Museo Nacional de la capital bosnia fue la "Haggadah de Sarajevo", una obra maestra del arte sefardí, un libro manuscrito usado en la Pascua Judía (Pesaj), y en torno a ella gira el argumento de la novela que acabo de terminar. 

Los guardianes del libro (Círculo de Lectores, 2008), de Geraldine Brooks, ha sido una novela que me ha enganchado desde el principio. En las primeras páginas, la autora nos presenta a su protagonista, la Doctora Hanna Heath, especialista en el estudio y la conservación de manuscritos medievales. Una madrugada cualquiera de 1996, recibe la llamada de un colega israelí, anunciándole la aparición de la Haggadah de Sarajevo, antíquisimo manuscrito en paradero desconocido desde la guerra de Bosnia. Cuentan con su profesionalidad y experiencia para verificar su autenticidad y realizar las tareas necesarias de conservación de la obra. Sin pensarlo dos veces, Hanna viajará desde Australia a Sarajevo, donde su carácter sensible acusará el golpe de percibir la tensión y el dramatismo de la posguerra, así como las heridas infligidas por esta en la ciudad y en las almas de sus habitantes. Allí se enterará de que fue el kustos del Museo Nacional, Ozrem Karaman, quien arriesgó su vida para salvar la Haggadah, y establecerá una relación especial con él. Con tanta emoción como profesionalidad, Hanna estudiará cada aspecto del manuscrito y reparará lo justo y necesario para que este no pierda ni su esencia ni su historia. Hallará entre los antiquísimos pergaminos ciertos elementos que ayudarán al lector a determinar su origen. Un fragmento de insecto, unas perforaciones que debieron haber albergado herrajes, unas manchas y un pelo permitirán a la imaginación lectora recorrer la ruta recorrida por la Haggadah y las vidas de quienes la crearon y la salvaron, pero en sentido inverso. De la Bosnia del 96 viajaremos en el tiempo a la Bosnia de 1940. A la Viena de finales del s. XIX. A la Venecia de principios del s. XVII. A la Tarragona de 1492 y a la Sevilla de 1480. En paralelo a la trama de la Haggadah, Geraldine Brooks nos irá desvelando aspectos de la vida personal de Hanna y de su peculiar relación con su madre, que se verá alterada por ciertos giros que la cambiarán por completo. ¿Logrará Hanna recomponer el puzle de la historia de la Haggadah, la de sus creadores y salvadores? Pero, ¿está realmente a salvo? Para saber, tendréis que leer.

En Los guardianes del libro, Geraldine Brooks utiliza una técnica narrativa dinámica e interesante a mi juicio. Los capítulos dedicados al tiempo presente están contados en primera persona por Hanna, lo que crea un vínculo casi inmediato con el lector. Los pasajes dedicados al pasado y a la propia historia de la Haggadah y las personas que tuvieron relación con ella, en la voz de un narrador omnisciente, están magníficamente ambientados histórica y socioculturalmente. Son un recorrido a través del tiempo que refleja los distintos contextos en los que habitó el manuscrito, unidos por algún nexo común como el sufrimiento y la intolerancia que han azotado a la humanidad por los siglos de los siglos. La narrativa, llena de suspense de principio a fin, estimula la curiosidad del lector y apela, sin duda, a sus emociones. La protagonista es algo fría al principio por motivos que se descubrirán después, pero la autora hace uso del recurso de los recursos: el amor, para aportarle un poco de calidez y algún revés a la trama. Si os gusta la historia, el suspense y los buenos ratos de lectura, ya sabéis, a por ella. 

lunes, 6 de enero de 2025

Calles de Chatarra, de Alberto Guardiola


Los que me conocéis o me seguís desde hace tiempo sabéis que, aunque disfruto de todo tipo de lecturas, mis géneros predilectos son la fantasía y la novela negra. Por eso, cuando encuentro un autor o una obra que combina ambos, mis expectativas son altísimas. En el caso de la novela que acabo de terminar, una distopía fantástica combinada con un negro muy hardboiled, debo decir que las ha superado con creces. Me ha enganchado tanto que me la he tenido que beber a tragos largos. 


En Calles de Chatarra (Palabras de Agua, 2013), Alejandro Guardiola construye un escenario distópico y totalmente ficticio conformado por diferentes "polis" diseminadas por el territorio y bastante aisladas entre ellas. Estas polis están habitadas por humanos e inhumanos, que han vivido durante décadas en una paz tensa tras los acuerdos alcanzados tras la gran guerra que estuvo a punto de destruir su civilización. En el prólogo, el autor nos muestra a un matrimonio que discute a grandes voces pensándose aislados de sus hijas por el volumen de la tele. Nadia, la mayor, e Irina, la pequeña, oyen la discusión entre sus padres y, mientras Irina se come la cena para que no se enfaden más, Nadia la rebelde se niega y acaba castigada en su habitación. «Me da igual que venga un hombre del saco y me coma...porque no existen». Eso grita la ofuscada Nadia. Esa misma noche, Irina se despierta por unos ruidos en la cama donde duerme su hermana mayor, y es testigo, muda de terror, de cómo esta es devorada por el monstruo que más niños ha asustado. La trama comienza aproximadamente veinte años después con una Irina Gryzina ya adulta que, como detective del Departamento de Inhumanos de la polis de Semura, encabezará la investigación del homicidio de una ninfa, crimen que pondrá en riesgo la paz cogida con alfileres en la que viven humanos e inhumanos. Sin embargo, alguien intentará boicotear a Irina y poner piedras en su camino para que no avance en su investigación. Por otro lado, Mark Hombre del Norte, un troll que acaba de regresar a Semura tras veinte años de ausencia, buscará ajustar cuentas con el mafioso responsable de la muerte de su padre, y no dudará en bajar hasta el mismo infierno para lograrlo. En paralelo, a modo de flashback, Alejandro Guardiola irá desgranando parte del pasado de Irina, aquel que la conecta con Mich, su ex-compañero, amigo, amante, el gran amor de su vida. Cadáver tras cadáver, la situación empeora, e Irina se encontrará en graves aprietos. El destino de Mark tampoco se presenta nada halagüeño. ¿Lograrán ambos personajes sus objetivos a pesar de los reveses que les tiene preparada la suerte? ¿Quién asesina a individuos y les destroza el cuello a dentelladas? Si os ha picado la curiosidad, ya sabéis...a leer. 

Fusionando con habilidad noir y fantasía, Alejandro Guardiola sitúa la trama de Calles de Chatarra en una localización desconocida para el lector, pero que bien podría coincidir con cualquier ciudad norteamericana de los años 30 aderezada con algo de tecnología: bajos fondos, líderes mafiosos, antros poco o nada recomendables, tráfico de drogas, alcohol, trata de humanas e inhumanas y toneladas de corrupción en todos los estratos de la sociedad. Con bastante tino e inteligencia, el autor mezcla los elementos típicos del hardboiled con demonios del pasado de los personajes, amores perdidos que siguen escociendo en el presente y racismo de ida y vuelta. Lo anterior, junto a la ambientación distópica y una galería de personajes sacados directamente de los cuentos de hadas, le hace marcar distancias con las clásicas historias de gangsters y policías. En definitiva, lectura muy recomendable, sobre todo si, como yo, sois amantes de ambos géneros. 


viernes, 3 de enero de 2025

Cáncer de alma, de Alberto Lozano


La banda terrorista ETA ha sido sin duda uno de los puntos más negros de la historia reciente de España. Desde 1958 a 2018, sus extorsiones, atentados, secuestros, tiros en la nuca, etc., sembraron el terror indiscriminadamente tanto en tierras de Euskal Herria como en otros muchos lugares de España. Como en todos los casos de terrorismo, su poder nació del miedo y del sufrimiento de millares de personas. Afortunadamente para todos, ese poder engendrado por la violencia ha quedado atrás y, desde principios del s. XXI, se observa la aparición de más y más obras literarias que de alguna forma retratan los paisajes del dolor y del odio, la bajeza y el lodo moral que enfangó a comunidades enteras, y los desgarros y secuelas que provocó en las víctimas. No será de extrañar que la temática etarra nutra las letras españolas en los próximos años, ya que es la literatura una excelente arma para conjurar el miedo e intentar evitar errores del pasado. La novela que acabo de terminar, que traza con bastante precisión el mapa del naufragio psicológico de un liberado de ETA, es buen ejemplo de ello. 

Cáncer de alma (Distrito 93, de Bunker Books, 2024), de Alberto Lozano Luque, es difícil de etiquetar en términos de género. ¿Mucho suspense y psicología dan como resultado thriller psicológico? ¿Si hay algo de investigación también le añadimos la etiqueta de novela negra? Ya sabéis que se me dan fatal las etiquetas, así que os recomiendo leerlo y elegir por vosotros mismos. En las primeras páginas de Cáncer de alma, el lector será testigo de la liberación de Víctor Argote, un escritor secuestrado por la banda terrorista y encerrado en un zulo dos años atrás. Algo sale mal durante la liberación, porque aparece la policía y se produce un tiroteo en los que salen malparados miembros de ambos bandos. Ya en el hospital, Víctor manifiesta su voluntad de hablar con el etarra convaleciente, sin explicitar por qué, pero antes de lograrlo, este muere. La vuelta a su casa, en Treviño, es complicada. La vida anterior parece de otro. Las pesadillas recurrentes no le dejan descansar. Elena, la psicóloga que le asigna el Estado español, intenta ayudarlo mediante terapia cognitiva conductual y, cuando comprende que esta no va a ser suficiente, tratará de convertirlo en onironauta (terapia en estado experimental que se basa en dominar los propios sueños lúcidos). Un viaje a Madrid por asuntos de negocios le vendrá de perlas para librarse de Elena y de la guerra contra las secuelas de su trauma, a la vez que le sumerge en una investigación a espaldas de todo el mundo. Negociaciones con grupos armados. Una novela de sospechosa autoría y otra sin terminar que podría contener la cura al cáncer que pudre el alma de la humanidad. ¿Qué será de Víctor? ¿Logrará retomar su vida en el punto en que la dejó? ¿Bailará con sus fantasmas? Para saber, tendréis que leer...

Suspense, acción, mentiras y manipulaciones, secretos, recuerdos, traumas, el pasado, un secuestro, violencia… serán alguno de los ingredientes con los que Alberto Lozano ha cocinado Cáncer de alma, combinándolos a la perfección con una intensa y completa trama psicológica. Los personajes, con personalidades muy definidas y complejas, están muy bien construidos en todas sus facetas. Las situaciones y reflexiones que plantea la trama constituyen el reflejo (bastante acertado) de las relaciones humanas, gobernadas por la codicia, el rencor, la venganza o el egoísmo en muchos casos. Además, es reseñable la calidad narrativa de la prosa del autor, que hace al lector disfrutar tanto del qué como del cómo. En definitiva, una lectura muy recomendable. Si podéis, echadle el guante. 

La mala hija, de Pedro Martí

Soy un ser tremendamente visceral, cosa que se trasluce habitualmente en mis reseñas. La emoción es parte intrínseca de todo lo ...