domingo, 10 de diciembre de 2023

No mientas, de Eva Zamora


La razón se compone de verdades que hay que decir y verdades que hay que callar (Antoine de Rivarol)

Esa certera cita la incluye Eva Zamora al inicio de la novela cuya última página acabo de devorar. Decir o manifestar algo diferente a lo que se sabe, se cree o se piensa. Ocultar la verdad. Expresar algo que no es cierto con la intención de tergiversar la realidad. Todas esas son definiciones de mentir. Todos coincidiremos, según prescribe la norma consuetudinaria, en que mentir no es correcto pero, si somos honestos con nosotros mismos, también reconoceremos que hay verdades que es mejor callarse, en beneficio propio o ajeno. Para no herir. Para no enfrentarnos al dolor. Porque en ocasiones se vive mejor en la ignorancia. Todos lo hacemos, de una manera u otra, y a menudo no medimos las consecuencias que nuestras mentiras o nuestras verdades silenciadas pueden acarrear. Los personajes de la segunda novela que he leído de la madrileña Eva Zamora lo saben bien. 

No mientas (Imágica Ediciones, 2020) es una obra coral que situará al lector en los acantilados de la costa inglesa, aunque su trama lo hará desplazarse a Glasgow, a Londres e incluso a Ámsterdam. En la tranquila localidad de Newhaven, lejos del bullicio metropolitano, vive apaciblemente el jefe de policía Charlie Rider junto a Lily y su hijo Tommy, hasta que un buen día alguien decide secuestrar al pequeño. Un millón de libras es el precio que le pone a la libertad de Tommy y, sus angustiados padres, a pesar de todos sus esfuerzos, no logran reunir más que una parte. La entrega deberá hacerla Lily sola en el lugar indicado. Sin embargo, el rastro de Lily desaparece antes de llegar a su destino. Entrará entonces en escena Scotland Yard, en la figura de la inspectora Alison Wood (que cuenta con el apoyo del cerebro informático Brown y el novato Lowell), que vive atormentada por un secreto que día tras día le devora las entrañas y por el que se autoinflige los mayores castigos. En el curso de la investigación, descubrirán que Lily es una identidad ficticia, que arrastrará al lector a una historia desgarradora de dos hermanas gemelas que se enfrentarán por amor, paternal y carnal. Mentiras, secretos y traiciones son la materia prima fundamental de este thriller psicológico y policíaco, y prácticamente ningún personaje podrá tirar la primera piedra porque todos sufren ocultando algo. 

No mientas está narrado de forma muy atractiva, con continuos flashblacks que irán caldeando el ambiente al mismo tiempo que aportan información preciosísima al lector. Como buena obra coral, se disfruta de las vistas desde diferentes perspectivas: Lily que no es Lily, el secuestrador, el pequeño Tommy, el jefe Rider, y el impactante tormento de la inspectora Alison Wood (preparaos para llorar si os queda siquiera una pizca de corazón). Yo diría que el peso de la parte psicológica es mayor que el de la investigación policial, ya que la autora realiza una exploración brutal de los sentimientos. Y la importancia de la música. Y el amor, ay el amor.. No ahondaré en el tema. Lo que sí os recomiendo es que, si tenéis la oportunidad, no dejéis de hincarle el diente a este thriller psicológico y policíaco que eleva la intriga hasta nivel dios y os hará partícipes de una trama emocional intensa que radica en los secretos que ocultamos en lo más profundo de nuestro ser. 

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