lunes, 18 de diciembre de 2023

La vida borrada de Amalia Finisterre, de Emilio Calderón


El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza... el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortal (Simone de Beauvoir)

Aunque haya un sector –cretino, muy cretino– de la población que lo niegue, es indiscutible que la violencia de género –en todas sus vertientes– es una de las mayores lacras de nuestra sociedad. El maltrato machista en cualquiera de sus facetas, que impone sobre la superficie del mundo una pátina de lágrimas, dolor y brutalidad, encuentra con facilidad su camino hacia el negro sobre blanco de la literatura y son ya muchos las autoras y autores que trazan un fiel reflejo del mismo en sus páginas. Son muchos los autores que han dedicado tiempo, esfuerzo y muchas horas de documentación e investigación para poder transmitir los conceptos y teorías acerca del maltrato que sufren miles de mujeres. Mónica Rouanet en Nada importante, Jose Antonio Jiménez Barbero en Los viajes de Ariadna, o Camila Läckberg en Mujeres que no perdonan, entre otros, abordan el lacerante tema de la violencia contra las mujeres desde diferentes ángulos. La novela que acabo de terminar también lo hace y, además, de una manera rotunda, sin disfraz y sin anestesia.En esta ocasión, el escritor Emilio Calderón, analiza de manera simple pero contundente un caso real que nos ayuda a reflexionar y entender este problema, y nos deja bien claro que cualquier relación que cause dolor es destructiva.

En La vida borrada de Amalia Finisterre (Algaida Editores, 2022), Emilio Calderón nos presenta a Amalia Finisterre, una joven enfermera de paliativos (cuidados al final de la vida, como ella los llamaba) que ha permanecido 250 días en coma, víctima de un episodio de una agresividad injustificada y una tortura desmesurada, supuestamente a manos de su pareja. El peso de la investigación recae en Sarah Toledano, responsable en la Unidad de la Atención a la Familia y Mujer de la Brigada de la Policía Judicial de Valencia (ex combatiente del ejército israelí y posteriormente miembro de la policía israelí). La inspectora Toledano es una mujer de carácter fuerte y austero que lucha contra la vulnerabilidad en las mujeres y no dudará en juntar todas las piezas del rompecabezas para hallar al culpable. Página tras página, Emilio Calderón va desgranando el oscuro andamiaje que podría sustentar la brutal agresión y lo hace a través de una trama repleta de sospechas, celos, amor, extorsión, manipulación, muertes y venganza. Para ello utiliza sobre todo unos cuadernos escritos por la víctima, uno profesional y otro de índole más íntimo y secreto, en el que volcaba sus vivencias más personales con el que iremos descubriendo como, poco a poco, su vida fue cambiando hasta  crear en ella una dependencia total de quien decía quererla. Se vale asimismo de las transcripciones de quienes declararon como testigos. 

En La vida borrada de Amalia Finisterre encontramos un intenso thriller psicológico que no da respiro, con una atmósfera de tensión tan grande que el lector mantendrá la atención puesta en el libro, desde el inicio de la lectura hasta el final. El autor consigue tejer una buena historia que reflexiona sobre las situaciones límite. La vida borrada de Amalia Finisterre es una novela dura conmovedora que dibuja en sus páginas rabia, dolor y venganza, pero  también amor, del bueno y del tóxico. Además, adentrarse en esta novela conociendo que está basada en hechos reales la hace si cabe más  interesante y a la vez provoca un estado de impotencia y desazón ineludibles.


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