Poner tierra de por medio para comenzar de nuevo. Refugiarnos tras un muro de silencio para no escuchar las voces que pueden hacernos sentir. Distanciarnos de los ojos y los brazos que un día fueron hogar. Perdernos entre la muchedumbre para olvidarnos a nosotros mismos. Haríamos cualquier cosa para alejarnos de ese dolor que nos muerde las entrañas con dientes afilados y ponzoñosos y nos roba el sueño y la alegría. Sin embargo, no podemos. No nos es posible enajenarnos del todo y dejarlo atrás, porque vive tan dentro de nosotros que, al hacerlo, nos rompemos. Dicen los que saben que abrazarlo y sanarlo es la única forma de superarlo. Decirlo es muy sencillo, pero ¿cómo se hace eso? Yo, desde luego, no lo sé y, al parecer, los personajes de la saga que acabo de terminar, tampoco. Aunque puede que aún no sea tarde para aprender.
Aún no es tarde (Penguin Random House, 2023), de Paola Boutellier, es la tercera y última entrega de la saga iniciada en A ojos de nadie y protagonizada por la periodista Mera Clarke y los hermanos Moore, Luca y Harry. En esta novela, Paola Boutellier nos traslada desde Torquay, la pequeña ciudad donde se ambientaban las dos entregas anteriores, al bullicio de la gran urbe londinense. Tras el huracán de tragedia desencadenado en los últimos meses, Mera y Luca deciden que es mejor darse un tiempo y sanar antes de proseguir su relación. Ambos deciden dejar su pasado atrás, cambiar de trabajo y de entorno y refugiarse en Londres (cada uno por su lado, sin saber nada del otro pero pensándose continuamente). Harry se queda en Torquay, pero debe desplazarse a Londres en el mismo momento en que su hermano, Luca, lo llama porque su compañera de trabajo ha aparecido ahorcada, colgada de la farola de un lúgubre callejón londinense (curiosamente, el que inspira el callejón Knockturn en Harry Potter). El nombre de la chica asesinada es Emily Baker, y es hija de un importante cargo político del partido que en ese momento gobierna. Harry Moore se ve literalmente obligado a investigar el caso (ya se descarta el suicidio desde el principio) como detective privado, y deberá hacer frente tanto a los testimonios de los posibles implicados (con sus correspondientes mentiras, por supuesto) como a la falta de implicación por parte de Scotland Yard, quienes deberían indagar de manera oficial pero, sin embargo, se cruzan de brazos. ¿Qué oculta la comisaria Hill para frenar la investigación y dejar a un asesino suelto? Para colmo, la chica asesinada era algo más que una compañera de trabajo para su hermano Luca, lo que lo sitúa de nuevo como sospechoso. A Mera, cuyos problemas auditivos le pasan factura entre el ruido de la gran ciudad, le puede su vena investigadora y las ganas de ayudar a los dos hermanos (que lleva en el corazón, aunque no quiera) y vuelve a dibujarse el triángulo espinoso. Por si faltaba algo, el abuelo de Mera fallece durante las pesquisas y deja una carta que, sin quererlo, es una pista que les ayudará a resolver el misterio londinense.
Mientras el lector busca pistas junto a los protagonistas y se devana los sesos tratando de averiguar quién miente, Paola Boutellier irá dando pinceladas, en capítulos concretos y aislados, de la historia de dos niños y una madre que sufren el más cruel de los maltratos por parte del monstruo que ejerce de cabeza de familia.
En Aún no es tarde intensidad, emotividad, intriga y tensión por las nubes se combinan en una trama totalmente adictiva poniendo el broche a una saga que, prácticamente desde el primer momento, hace dudar al lector de todo y de todos.
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