miércoles, 11 de agosto de 2021

Leyendas de Erodhar: la vara de Argoroth, de Cosmin F. Stircescu

Tras algunas semanas con las baterías algo descargadas, retomo una de las cosas que más me gusta en el mundo: traeros mis impresiones sobre las obras que voy leyendo. En esta ocasión, volvemos a adentrarnos en el amplio universo de la fantasía épica de la mano del autor Cosmin F. Stircescu y la primera entrega de Leyendas de Erodhar: La vara de Argoroth, publicada en 2017 por la almeriense Ediciones Arcanas. 

Durante aproximadamente 934 páginas, el autor combina de manera interesante elementos y personajes clásicos de la fantasía épica de espada y brujería al más puro estilo de Tolkien con tramas características de la vertiente política del género. La cosmogonía del mundo de Erodhar, su construcción a imagen y semejanza de la Europa del medioevo, las razas que lo habitan y el perfilado de algunos caracteres arquetípicos nos recuerda bastante a El señor de los anillos. Por otro lado, las intrigas políticas, las conspiraciones en la sombra y el cariz maquiavélico de alguno de los personajes nos traen a la mente a George R. R. Martin con su Canción de hielo y fuego.

En las primeras páginas de Leyendas de Erodhar, conocemos a Valiant Wetford, un joven justador de origen medio humano, medio elfo que combate en torneos de una punta a otra del reino de Aldaeron para pagar una deuda heredada de su padre fallecido. A una victoria de su liberación definitiva, ciertos acontecimientos provocan que tenga que huir para salvar el pellejo. De este modo, inicia un periplo por las tierras del continente de Thaldorim que le llevará a encontrarse en situaciones críticas y a unir su camino con la trama política de la novela: hará todo lo posible para que el príncipe Varian Nomenglaus, legítimo heredero de la corona de Aldaeron, venza a un cuervo usurpador que, por medio de malas artes, se ha apoderado del trono real. Le acompañarán en su viaje Reynaldo (agente secreto de la corona), la elfa Galadoriel (excelente rastreadora), Trianna, Elendhor, los magos Aghalid y Laurelinad, entre otros. Juntos tratarán de devolver el trono al legítimo heredero mientras intentan evitar que una secta fiel al dios del mal lleve a cabo con éxito sus oscuros propósitos. Magia, misterios, espadas, maquinaciones, lealtad, valor, traiciones (y algo de amor) serán el pan de cada día de nuestros personajes. ¿Conseguirán sus objetivos? ¿Vencerán las fuerzas del bien a las huestes del mal? Eso es algo que tendrán que averiguar ustedes mismos....

Si bien es cierto que las circunstancias han provocado una demora importante en la lectura de esta novela, no es menos verdad que la he disfrutado desde la primera hasta la última página. En primer lugar, porque está construida de un modo excelente, manteniendo la tensión y la expectación del lector en todo momento, combinando las tramas de manera hábil para que nunca decaiga el ritmo. En segundo lugar, porque la fantasía épica es uno de mis géneros preferidos y Cosmin F. Stircescu la borda. Si les gusta el género y quieren disfrutar de una buena lectura, aprovechen.

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