miércoles, 14 de abril de 2021

Despiértame cuando acabe Septiembre, Mónica Rouanet

 

Quien me conoce sabe que adoro la lectura y la música. La primera me regala momentos de placer insuperable y la segunda me trae a la memoria instantes, personas, recuerdos de sensaciones que de otro modo no volvería a revivir. La alicantina Mónica Rouanet aúna mis dos vicios confesables y los convierte en novelas como Despiértame cuando acabe septiembre (Roca Editorial, 2019), un homenaje a Wake me up when september ends de la banda norteamericana Green Day (recuerdos, recuerdos)

En Despiértame cuando acabe Septiembre Mónica Rouanet nos regala el personaje de Amparo (protagonista indiscutible), una mujer que ha sufrido tantas pérdidas que no se resigna a aceptar ni una más. Sus orígenes se diluyen entre la fría Suecia y los aromas de la Albufera valenciana. Su desgarro comienza con un padre que la abandonó y una madre que la usaba como moneda de cambio para recuperar aquello que nunca fue suyo, y continúa con un marido desaparecido un año atrás en las aguas de la Albufera (dicen las malas lenguas que fingió su muerte para perseguir a su amante hasta Inglaterra). Cuando, el día de su cumpleaños, recibe un mensaje de su hijo pidiéndole socorro desde tierras inglesas, no se lo piensa dos veces y toma un avión para correr en su ayuda. Una vez allí, descubre que su hijo ha desaparecido, y va a poner todo su empeño en dar con él, aunque sea lo último que haga. En el camping donde se aloja, su vecino Conrad, que arrastra sus propios traumas, será al mismo tiempo punto de apoyo y huracán desestabilizador, y juntos encontrarán la respuesta a un misterio que los atormenta a ambos. ¿Encontrarán al hijo perdido? ¿Se desvelará la identidad del causante de la muerte de la esposa de Conrad? ¿Está el marido de Amparo realmente muerto? Todas estas incógnitas se entremezclan de manera eficiente con la subtrama de un pasado turbulento manchado de horror, de vejaciones, de dolor, de ojos que piden auxilio desde el blanco y negro de una fotografía.

Una vez más, Mónica Rouanet nos pone delante a una mujer que busca su propia verdad, una mujer compleja y valiente que tiene que reinventarse para conseguir sus objetivos. Un personaje noble que va a conjugarse a la perfección con las aristas del carácter de Conrad. Amor, pues, a la vista. Lágrimas, dudas, miedo y determinación. El coraje de una madre. La inseguridad de saberse enamorada por primera vez. Todo combinado con la sencillez y la prosa directa y ágil de la autora para engancharme a la historia y lamentarme por no disponer de más tiempo para leer estos días.

Cierro el libro, y recuerdo con nitidez los acordes y la letra:

Here comes the rain again
Falling from the stars
Drenched in my pain again
Becoming who we are

As my memory rests
But never forgets what I lost
Wake me up when September ends.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El día que se perdió el amor, de Javier Castillo

Lo cierto es que, con todo lo que tengo pendiente de leer, no entraba en mis planes leer dos títulos seguidos del mismo autor, p...