miércoles, 5 de noviembre de 2025

Bruja fracasada busca demente que la aguante, de Gema Tacón


Y bien. Aquí creo que termina todo. Estoy dentro de un ataúd con un vibrador rosa fluorescente como única fuente de luz, y me da que a ese cacharro no le queda mucha luminiscencia. El sudor me resbala por la espalda y se mezcla con el olor rancio del plástico caliente. Tengo una rodilla dormida y la otra empieza a latir con un cosquilleo odioso. No sé si me han enterrado viva, si esto es parte de un hechizo fallido o simplemente lunes.

Cuando una novela empieza así, ya sobra cualquier introducción en la reseña. Cara de asombro seguida de la primera carcajada. Cuando piensas que ya no puede sorprenderte con situaciones más rocambolescas e hilarantes, llega ella y te demuestra que sí, que su imaginación desbordante, su cachaza y su talento dan para eso y para más. Cada novela suya es un constante desafío a las cremas antiarrugas, porque las de la risa se marcan bien marcadas. ¿Que de quién hablo? Pues de Gema Tacón, evidentemente. 

Su última novela, recién salidita del horno, se titula Bruja fracasada busca demente que la aguante y es casi un pulso al último vestigio de cordura que pueda quedar en la mente de la gaditana. La autora la ha definido como cozy mistery, pero yo creo que le han bailado un poco las letras porque en realidad quería decir crazy (pero muy crazy) mistery. Su protagonista, Minerva, es una treintañera con una configuración mental poco normativa (vamos, que está como una maraca), limpiadora de profesión y con una tendencia natural a verse envuelta en saraos no exentos de riesgo. Cuando era pequeña descubrió (y robó, todo sea dicho) en la biblioteca un manual de brujería y, desde entonces, su principal misión en la vida es despertar sus supuestos poderes brujeriles y ser aceptada en algún aquelarre. Dos sucesos vendrán, de forma casi simultánea, a poner patas arriba su ya de por sí excéntrica existencia. En primer lugar, encontrará una adorable mofeta en un contenedor y sin pensarlo dos veces la adoptará como mascota, bautizándola como Belcebú, porque sin duda es un ser demoníaco, un familiar de bruja o algo por el estilo (viva la colección de mascotas raras de la Tacón). Poco después llegará un nuevo vecino al piso de enfrente del suyo, y su acertadísimo instinto la advertirá de que es un ser sobrenatural, y centrará sus esfuerzos en desenmascararlo, provocando algún que otro desastre, entre ellos enamorarse perdidamente de él. Bruno, que así se llama el vecino, empezará a trabajar en uno de los tanatorios de la localidad, y ambos se verán envueltos en una trama llena de misterio (y de riesgo) de muertos y negocios de vivos. Como ellos solos no van a salir sanos y salvos del entuerto, precisarán la ayuda de refuerzos familiares, y vaya refuerzos. Romance, mofeta, cadáveres, maquiávelicas ex, madres de hierro, alguna asiática ninfómana y un comando de señoras que ni los GEOs se combinarán para no dejaros dormir hasta que no os acabéis la novela.

¿Es que os tengo que decir más todavía para que la leáis? No creo...

Bruja fracasada busca demente que la aguante, de Gema Tacón

Y bien. Aquí creo que termina todo. Estoy dentro de un ataúd con un vibrador rosa fluorescente como única fuente de luz, y me da...