viernes, 21 de noviembre de 2025

Donde se queman los hombres, de Carmen Clara Balmaseda


¿Cuánto dolor cabe en las páginas de un libro? ¿Cuánto miedo? ¿Cuánta culpa? Preguntas retóricas, lo sé, pero de algún modo esta lectora tiene que dejar salir su asombro (bendito asombro) ante el poder de unas letras para remover y conmover. Para construir puentes entre la tristeza y el anhelo de verdad. La novela que acabo de terminar es capaz de eso y mucho más y su autora, otro auténtico descubrimiento al que indudablemente le seguiremos la pista.

Donde se queman los hombres (AdN Editorial, 2024), de Carmen Clara Balmaseda, sitúa al lector en el Badajoz del año 1983, casi recién estrenada la democracia (en unos sitios más que en otros). La trama comienza cuando Miguel Expósito, pacense de nacimiento y abogado de profesión, es requerido para asumir la defensa del presunto asesino de su propio hermano, Julián Expósito. A este último lo mataron diez años atrás, pero el crimen sigue sin resolverse. Ahora nuevas evidencias han salido a la luz y apuntan directamente a Gonzalo Vegas, que en el pasado fuera el mejor amigo de la víctima y a quien ya se investigó como principal sospechoso en su momento. Miguel, marcado a fuego por la muerte y también la vida de su hermano, regresa a Badajoz, de donde huyó precisamente para escapar del pasado y de sí mismo, con un dolorosísimo dilema moral. ¿Debería renunciar inmediatamente a la defensa de Gonzalo Vegas o al menos debería escucharlo para intentar descubrir algún atisbo de verdad en su alegato de inocencia? Empujado por las dudas, la inquietud y un ineludible sentimiento de culpabilidad, se embarcará en una investigación cuyos interrogantes irán en aumento con cada nuevo descubrimiento. Contará para ello con la ayuda (aunque ni él mismo termine de creérselo), de Melania Gallardo, la fiscal empeñada en meter a su defendido entre rejas y con la que, además, no mantuvo muy buena relación en el pasado. La trama de investigación, combinada con analepsis en capítulos alternos, resulta en un viaje por la historia que transcurre desde los albores del franquismo hasta los primeros años de la democracia, mostrando al lector las repercusiones a nivel social y a nivel familiar de la costumbre y la moralidad de la época. Conoceremos así la vida del asesinado, Julián Expósito, su conflictiva relación con el principal sospechoso, el desafío que le supuso su homosexualidad en todos los terrenos, su paso por el ejército y su forzado destierro en Madrid. ¿Será finalmente Gonzalo Vegas el asesino? ¿Lograrán sacar a la luz una verdad tanto tiempo oculta? Ya sabéis, para averiguarlo... tendréis que leerla.

La prosa de Carmen Clara Balmaseda denota el gran dominio de la autora sobre el lenguaje. Muy pulida, profunda, penetrante y evocadora de humanidad en todas sus vertientes, dibuja con mucha habilidad la epopeya de Miguel Expósito, y ofrece al lector una historia que le sirve de marco para reflexionar sobre la represión, el exilio y el anhelo de libertad que marcarían a generaciones enteras a causa de la dictadura franquista. La trama de la novela está entretejida con mucha maestría a partir de la complejidad de las relaciones humanas y los vínculos familiares y la dimensión social de la historia política. Una excelente novela que, sin duda, os recomiendo.

jueves, 13 de noviembre de 2025

El juego de los crímenes perfectos, de Reyes Calderón

El año 2020 quedará sin duda registrado en los anales de la historia (como un año nefasto), pues el mundo entero experimentó una situación insólita hasta ese momento: una pandemia global que puso boca arriba nuestros días y nuestras noches, nos despojó de nuestra certeza de invulnerabilidad y se cobró la vida de miles y miles de personas a lo largo y ancho del planeta. La mayoría prefiere tratar de olvidar ese lapso de tiempo gobernado por la oscuridad y la incertidumbre. Otros, en cambio, lo utilizan como materia prima para fabricar historias. Y ese es justo el caso de la novela que acabo de terminar.

El juego de los crímenes perfectos (Planeta, 2022), de Reyes Calderón, se ambienta en un Madrid recién salido de la época más dura de la pandemia de Covid. Los primeros meses de la pandemia sumieron a la capital española en el caos. Miles de muertos sobrepasaron por mucho la capacidad de respuesta funeraria de la cuidad, y los Palacios de Hielo tuvieron que habilitarse temporalmente como morgues provisionales. La trama de la novela comienza cuando en el Palacio de Hielo de Madrid queda un cadáver que nadie reclama, por lo que no pueden devolver la infraestructura al uso para el que fue concebida. Alertada la Policía Nacional, se descubre que, dentro del ataúd donde se suponía que debía descansar una mujer, en realidad reposa un varón. Lo que podría en principio parecer una confusión derivada del caos y la saturación de un sistema montado a marchas forzadas, pronto empieza a suscitar dudas e incertidumbre, y el inspector Salado, junto al novato y atractivísimo Javier Jaso y la "impecable" guía de un juez instructor supersticioso a más no poder, deberán investigar la causa de un error que poco a poco se va transformando en un macabro misterio relacionado con un caso antiguo que sigue abierto. Misterio que, por otro lado, afectará también a la joven doctora Padierna que, agotada tras jornadas maratonianas de trabajo patrocinadas por el Covid, solo sueña con poder irse de vacaciones. Sin embargo, sus ansias de relax se verán truncadas por circunstancias personales, familiares y profesionales insólitas para ella hasta la fecha. Un criminal que antaño fue víctima, psicopatía transmitida y altas dosis de sadismo son algunos de los ingredientes de esta novela, ganadora del Premio de Novela de Cartagena Negra en 2023.

Reyes Calderón aprovecha hábilmente la situación de saturación del sistema sanitario en los meses iniciales de la pandemia para generar tanto el hilo de la trama como la atmósfera de El juego de los crímenes perfectos, logrando crear una historia compleja y muy original, bien articulada y escrita con solvencia, que despierta el interés del lector y lo mantiene hasta la última página. Si tenéis oportunidad, leedla.

miércoles, 5 de noviembre de 2025

Bruja fracasada busca demente que la aguante, de Gema Tacón


Y bien. Aquí creo que termina todo. Estoy dentro de un ataúd con un vibrador rosa fluorescente como única fuente de luz, y me da que a ese cacharro no le queda mucha luminiscencia. El sudor me resbala por la espalda y se mezcla con el olor rancio del plástico caliente. Tengo una rodilla dormida y la otra empieza a latir con un cosquilleo odioso. No sé si me han enterrado viva, si esto es parte de un hechizo fallido o simplemente lunes.

Cuando una novela empieza así, ya sobra cualquier introducción en la reseña. Cara de asombro seguida de la primera carcajada. Cuando piensas que ya no puede sorprenderte con situaciones más rocambolescas e hilarantes, llega ella y te demuestra que sí, que su imaginación desbordante, su cachaza y su talento dan para eso y para más. Cada novela suya es un constante desafío a las cremas antiarrugas, porque las de la risa se marcan bien marcadas. ¿Que de quién hablo? Pues de Gema Tacón, evidentemente. 

Su última novela, recién salidita del horno, se titula Bruja fracasada busca demente que la aguante y es casi un pulso al último vestigio de cordura que pueda quedar en la mente de la gaditana. La autora la ha definido como cozy mistery, pero yo creo que le han bailado un poco las letras porque en realidad quería decir crazy (pero muy crazy) mistery. Su protagonista, Minerva, es una treintañera con una configuración mental poco normativa (vamos, que está como una maraca), limpiadora de profesión y con una tendencia natural a verse envuelta en saraos no exentos de riesgo. Cuando era pequeña descubrió (y robó, todo sea dicho) en la biblioteca un manual de brujería y, desde entonces, su principal misión en la vida es despertar sus supuestos poderes brujeriles y ser aceptada en algún aquelarre. Dos sucesos vendrán, de forma casi simultánea, a poner patas arriba su ya de por sí excéntrica existencia. En primer lugar, encontrará una adorable mofeta en un contenedor y sin pensarlo dos veces la adoptará como mascota, bautizándola como Belcebú, porque sin duda es un ser demoníaco, un familiar de bruja o algo por el estilo (viva la colección de mascotas raras de la Tacón). Poco después llegará un nuevo vecino al piso de enfrente del suyo, y su acertadísimo instinto la advertirá de que es un ser sobrenatural, y centrará sus esfuerzos en desenmascararlo, provocando algún que otro desastre, entre ellos enamorarse perdidamente de él. Bruno, que así se llama el vecino, empezará a trabajar en uno de los tanatorios de la localidad, y ambos se verán envueltos en una trama llena de misterio (y de riesgo) de muertos y negocios de vivos. Como ellos solos no van a salir sanos y salvos del entuerto, precisarán la ayuda de refuerzos familiares, y vaya refuerzos. Romance, mofeta, cadáveres, maquiávelicas ex, madres de hierro, alguna asiática ninfómana y un comando de señoras que ni los GEOs se combinarán para no dejaros dormir hasta que no os acabéis la novela.

¿Es que os tengo que decir más todavía para que la leáis? No creo...

La hija de las mareas, de Pilar Sánchez Vicente

Leer una novela bien escrita es una cosa. Vivirla, sentirla, gozarla y sufrirla, otra muy distinta. Eso me ha ocurrido con la ob...