jueves, 4 de abril de 2024

El nido del lobo, de Gema Tacón


Como esta semana pintaba medio regular nada más ( y demasiado bien pintaba para como está saliendo), decidí apostar por lo seguro, por una lectura que, fuera del tipo que fuera, en algún momento me provocara una sonrisa cuando no una carcajada directa. A riesgo de ser reiterativa, insistente e "intensita", diré que, en ocasiones, una sonrisa nos salva de muchas cosas. Sin más dilación, lo consulté con mi asesor almohadil y lo tuvo claro: Gema Tacón. Y entonces mi TOC cronológico me susurró dulcemente al oído: taconea lo que quieras, pero por donde toca. Y no tocaba uno de risa, no, tocaba uno de muertecitos y muchos. Sin embargo, la Tacón tiene estilo propio y te ríes quieras o no, aunque estés mirando a la misma muerte a los ojos.

El nido del lobo (2018) ,de Gema Tacón, no pienso ni intentar etiquetarlo. Thriller seguro. ¿Negro? ¿Paranormal? ¿De misterio? Acabamos antes: de todo un poco. La novela está ambientada en Ochagavía, un tranquilo pueblecito del Valle de Salazar, en la sierra navarra donde se supone que todos se conocen y donde pocas cosas se salen de lo ordinario (pues menos mal). La trama comienza cuando Blanca, una gaditana treintañera cuyo destino la obliga a cambiar de aires, llega a Ochagavía a realizar sus prácticas en las "instalaciones" forenses de la localidad. Su supervisor, un buenorro de catálogo que responde al nombre de Haize. Sus primeras impresiones sobre el lugar y lo que allí percibe son ciertamente inquietantes pero ¿quién no pierde un poco el oremus la primera vez en una morgue? La primera noche que pasa en la casa que ha alquilado, Blanca será víctima de un sueño aterrador cuya protagonista es Aintzira, una joven del pueblo que murió ahogada en una cascada cercana al mismo una mañana que salió a correr. ¿No es la chica cuyo expediente estaba en la oficina y alguien hizo desaparecer? ¿Y si no ocurrió como cuentan y ese sueño significa algo? A Blanca, que no es ni un poquito cabezota (irony mode on), se le mete entre ceja y ceja desentrañar lo que considera un crimen sin resolver, incluso poniendo en riesgo su propia vida. De su salud mental ya ni hablamos, porque el tictac de un reloj la introduce siempre en un mundo de pesadillas del que su cuerpo siempre sale malparado. Secretos oscuros, aliados y enemigos simultáneos que aportan luz u oscuridad dependiendo de la página, suspense, terror y alguna escena espeluznante serán algunos de los ingredientes de esta original historia donde nada es lo que parece a primera vista. 

Con una prosa sencilla y directa, sin fuegos artificiales pero precisa en cuanto, por ejemplo, a términos técnicos, Gema Tacón le ofrece al lector en El nido del lobo una novela que engancha desde el inquietante prólogo. La autora juega muy bien con los personajes y la tensión, haciendo la lectura, ágil, amena y de una irreverencia genéticamente taconiana que tiñe de humor incluso la situación más tensa. Y que no digo nada más, que la leais y ya está.

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