sábado, 3 de febrero de 2024

El olor del miedo, de Manuel Ríos San Martín


El miedo es una emoción compleja que algunos animales son capaces de experimentar. Pero el miedo a la muerte es únicamente humano.

Según la ciencia, el miedo, en su ámbito físico-biológico, es el mecanismo responsable de regular las emociones en la lucha, la huida y, sobre todo, la conservación del individuo. Es una de las pocas emociones básicas que compartimos los miembros del reino animal. Para los animales no humanos parece ser una herramienta más de supervivencia pero, ¿y para los humanos? Sin duda, es una emoción desagradable de las que más nos pueden hacer sufrir. En realidad, no deja de ser una de las muchas reacciones químicas que se producen en nuestro organismo, en la cual se activan una serie de hormonas y neurotransmisores, entre ellas la adrenalina, que se expelen al exterior mediante el sudor. Los seres humanos, en general, no tenemos un sentido del olfato lo suficientemente desarrollado para detectarlo, pero está comprobado que la mayoría de animales sí puede hacerlo. ¿Que por qué os estoy soltando todo este rollo? Porque la novela que acabo de terminar tiene entre sus ingredientes el miedo (de un olor tan fuerte que debe percibirse hasta en Plutón) y los animales, humanos y no humanos. Una novela con un planteamiento muy original rebosante de preguntas y reflexiones sobre el mundo animal, y muy en la línea sobre el bien y el mal, igual que en sus obras anteriores.

El olor del miedo (Planeta, 2023) de Manuel Ríos San Martín, es un thriller policíaco que destila pasión por los animales y que he disfrutado y sufrido a partes iguales de principio a fin, robándole incluso horas a la vida para poder leer un par de páginas más. La trama comienza en un zoológico de Valencia, cuando alguien "asesina" (y entrecomillo porque, atendiendo a aspectos legales, el término tendrá su miga dentro de la obra) a Blanca, la elefanta albina insignia de la institución. Este insólito caso será investigado por la UDEV, con el inspector JP Casillas a la cabeza, acompañado de Violeta, una novata que apunta maneras. Pero, ¿tendrán que investigar un asesinato o un "simple" maltrato animal? ¿La vida de un ser humano vale más que la de un animal? La polémica está servida, incluso para el equipo de investigación. A partir de este incidente, Manuel Ríos nos sumerge en la vida de Elena, una dedicada veterinaria del zoológico que cuida a los animales con la máxima devoción y entrega. Elena inicia una investigación en paralelo a la policial, para la que cuenta con el apoyo de Cristina, su pareja, y Sidy, su amante y colega en el zoológico. Estas indagaciones de la veterinaria servirán como excusa para sumergirnos en la dinámica de un zoológico moderno, donde los animales conviven de un modo diferente al tradicional al recrearse sus propios hábitats naturales.Entre conflictos amorosos y sospechas inesperadas, la tensión se intensifica, y Elena podría ser la próxima en estar en la mira del criminal. Esta novela absolutamente vibrante plantea, sobre todo, dilemas éticos y emocionales en un escenario donde naturaleza y humanidad se enfrentarán en una batalla sin ganadores. Igual que si hiciera un puzle, el lector tendrá que ir encajando todas las piezas que el autor tiene a bien proporcionarle para ir desvelando una trama efectista y altamente intrigante que engancha desde la primera página debido, entre otras cosas, a su plasticidad y a su fuerza. A lo largo de las páginas de El olor del miedo, Manuel Ríos abordará temas universales como el miedo a la muerte, el amor, la maternidad, el instinto de supervivencia o el maltrato, que invitan al lector a la reflexión y dejan patentes las semejanzas en el comportamiento y los hábitos de los animales humanos y no humanos. Una de las piedras angulares de esta obra son, inevitablemente, los personajes que pueblan sus páginas, esbozados y coloreados en su justa medida, pero imprimiendo espíritu y ternura al negro sobre blanco. Sobre todo, los de Casillas y Elena. 

En resumen, El olor del miedo es un thriller policíaco con un enfoque diferente, muy original y urdido con mucha inteligencia, una narrativa ágil y giros argumentales trazados con meticulosidad, que ayudan a incrementar la tensión dramática, mantenido el suspense hasta el mismo final y convirtiendo la lectura en adictiva. Manuel Ríos nos ofrece en esta obra una historia de cadencia desbordante potenciada a golpe de capítulos de corta extensión. Muy recomendable y muy apta para la pantalla (es solo una sugerencia).






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