miércoles, 6 de octubre de 2021

Tablero mortal, de Javier Marín

El Festival Cartagena Negra siempre es una caja de sorpresas, y esta edición de 2021 no iba a ser menos. Entre todas las novelas que adornaban la mesa bien provista de Santos Ochoa, hubo una que captó mi atención desde el primer momento y, junto con algunos otros, se vino conmigo a casa. Su portada, oscuridad y un encapuchado. Su título, Tablero mortal. Su autor, Javier Marín. Su premio, el Icue Negro. Galardones aparte, todo un descubrimiento.

En la portada de Tablero mortal, Javier Marín ya nos avisa (para mi deleite) de que nos hallamos ante la primera entrega de la Serie Marco Duarte que, como ya habrán podido suponer, es el nombre del carácter central de la novela. En ella, el lector se enfrentará y sufrirá (porque sufrirá con toda seguridad), junto al inspector Duarte, la inspectora Alejandra Verdú y el resto de su equipo, a la situación más difícil que hasta ahora les ha tocado vivir: tomando como referencia el juego de rol Arkham Horror, cuya trama gira en torno a Lovecraft y su universo ficcional, un individuo decide sembrar de horror y muerte una ciudad, según palabras del criminal, «cada vez más podrida». Tras cada uno de los asesinatos rituales dejará un escenario macabro donde los haya y una pista cuya interpretación les conducirá al siguiente. El equipo policial tendrá que librar una encarnizada batalla contra el reloj para tratar de detener el juego letal, hasta que... Uy, hasta aquí les puedo contar. Mejor si lo leen ustedes.

Con Tablero mortal, Javier Marín se revela como una promesa de la novela negra. Sus capítulos son cortos e intensos e imprimen a la narración un ritmo trepidante. Su manejo de la tensión dramática es excelente, aunque ya consigue atrapar al lector desde las primeras páginas. Lo dicho, un gran descubrimiento. Le seguiremos los pasos y esperaremos con ganas la llegada del siguiente. 

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