La noche es el territorio difuso e inmisericorde donde el silencio no tiene cabida. Una vez se apagan las voces y los sonidos del mundo exterior el fragor del estrépito interior invade cada átomo de nuestra existencia mientras el sueño no nos bendice con el olvido transitorio. La noche convoca a nuestros peores enemigos, a nuestros miedos más íntimos y a nuestras sombras más impenitentes. La noche no es más que la huida de la luz y el desvalimiento más absoluto. En El secreto de las noches, Pascual García nos presenta veintiséis radiografías de las entrañas de una noche que se adueña incluso de las horas de luz.
Un matrimonio atormentado por la pérdida de su hija diez años atrás. El aciago destino de dos amantes clandestinos que ahogan las tardes y el mundo entre besos y alcohol. Una mujer en una bañera deshaciéndose del résped de la ilusión de un amor vespertino dilatado en el tiempo. La muerte, la huida y la locura entre los árboles y el frío. El enigma de una noche de bodas. La dulzura infinita de dormir con la esposa. La ceguera de una madre y el zarpazo de la memoria. El maltrato de una madre alcoholizada. La absoluta soledad de una mujer sin trenes que se le escapen. El infortunio de una mujer barbuda. La locura homicida de una mujer subyugada. La pesadilla de la muerte. El extravío del deseo en la vejez. La soga al cuello. La noche al mediodía en un mundo al revés. Las pesquisas de un inspector. La parca en el fondo de un río. Monotonía conyugal compartida. La enigmática y perturbadora visita de una suegra. La fatalidad de dos cuerpos jóvenes que se aman en el interior de un coche. Un fuego que no cesará jamás. La difusa línea que separa la fe del amor. Una cena inquietante. Caer al vacío en un fin de semana. Un cadáver de mujer en la playa. Descubrir el secreto de las noches. Noches perpetuas que no conceden ni el beneplácito de la duda.
Con su habitual maestría y su verbo lírico, Pascual García nos toca el alma con historias donde lo cotidiano adquiere tintes de mal sueño. Con personajes que configuran una maraña de soledades entremezcladas. Vidas fabricadas con restos de naufragio, condenadas al fracaso y al olvido. Vidas que podrían ser las nuestras.
Y una frase que se me ha quedado dentro:
"Amamos cuando nos duele lo que podríamos perder."
Extraordinaria reseña. Gracias
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