miércoles, 8 de noviembre de 2023

Refugio para monstruos, de Fer Alvarado



Qué complejo y qué bonito a la vez escribir esta reseña. Un carrusel de palabras y emociones se apodera de mí y me impide hilar las ideas con claridad y coherencia. Supongo que así debió de sentirse el primer lector que experimentó el brillo y la profundidad del espejo de Alicia, el primer explorador que no encontró el fondo en el armario que conduce a Narnia o el primer mago que busco cobijo bajo la capa de invisibilidad. Cruzarse con la verdadera magia —que nada tiene que ver con hechizos, conjuros o pócimas— conlleva consecuencias, y casi nunca se sale de ella ileso. A nivel emocional, es una caricia en el alma lectora para aquellos que una vez buscamos nuestro lugar en el mundo y lo hallamos en las páginas de un libro. Tenía muchas ganas de leer la opera prima de este autor, y os puedo asegurar que ha superado con creces mis expectativas.

Refugio para monstruos (Diversidad Literaria, 2023) es la primera novela de Fer Alvarado, un mosaico de historias confeccionado con solvencia narrativa, una plasticidad brutal y grandes dosis de ingenio. Refugio para monstruos nos cuenta el viaje y la experiencia de Raúl Corbal, un joven que detesta las frases hechas vacías de significado y las curvas de la vida y, cuando el reloj de cuco le anuncia el primer segundo de su decimoctavo cumpleaños, escapa de su casa para perseguir el sueño de vivir en línea recta. Tras abandonar la monótona certidumbre del asfalto e internarse en lo insólito de la hierba, sus pasos lo llevarán a reposar en un banco junto al Roble de los Buenos Días, desde donde un autobús amarillísimo pilotado por un conductor de lo más extravagante lo trasladará a Villa Historia, un enclave no cartografiado donde habitantes y viajeros cuentan y escuchan historias como base de la convivencia. El lector, junto a un asombrado Raúl, será receptor de cuentos a caballo entre lo surrealista y lo onírico, entre la magia y el dislate: una mancha borrosa hambrienta de afecto, un muerto que lleva años opositando a zombie con mala suerte, una sombra equivocada que salta por la ventana, una conexión imperfecta a ambos lados de la pantalla, una emotiva fiesta de bienvenida a unos girasoles de colores... Cuentos que, más allá de su superficie sobrenatural o fantástica albergan un fondo pleno de significado, escritos con una pluma original, vibrante y dueña de una sensibilidad exquisita.

Si tuviera que comparar Refugio para monstruos con algún objeto de la realidad física reconocible, lo equipararía a un hermoso estanque de peces de colores que, en sus idas y venidas, pulverizan cualquier norma de la cromatología. O con una lluvia de estrellas fugaces a las que confesamos nuestro deseo más oculto. El de contar nuestra propia historia. El de vencer al miedo de ser quienes realmente somos y sentir lo que verdaderamente sentimos sin importar las consecuencias. Porque en el fondo, de un modo u otro, casi todos somos monstruos que anhelan en secreto la paz de un refugio.

Os dejo algunos de los fragmentos que más me han gustado:

Dame tiempo y espacio y me convenceré de estar a salvo, aunque me engañe (p. 14)

Recuerdo la primera vez que lo vi. No había en el mundo entero resolución suficiente para definir aquella sonrisa (p. 15)

Si tuviera que adivinar su edad, diría que la tenía toda, la suya, la mía y la de algún animal del bosque que tuviera pinta de ser muy mayor (p. 21)

Esta es la parada imposible, amigo. Quien la encuentra es porque la busca aunque no la conozca (p. 21)

Las páginas pasan y el tiempo apremia. Debes ir al encuentro del relato (p. 51)

El tiempo se adapta al estado de ánimo; la distancia, también. Los dos tienen sus reglas, sus unidades de medida, su manera de demostrar que ni crecen ni se acortan, sino que permanecen en su propio estado y en su propio lugar (p. 149)

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