Confieso que me siento tremendamente afortunada por ir descubriendo autores que me gustan muchísimo, tanto por la historia que narran en sus novelas como por su forma de contarla. No obstante, y siempre bajo mi punto de vista, el verdadero hallazgo son sus personajes. La mayoría de personajes llegan a la vida de un lector por casualidad y, una vez cumplida su misión de letras, se marchan dejándonos, como mucho, buen o mal sabor de boca. Sin embargo, hay otros que se escapan de las páginas y se cuelan en tus días sin pedir perdón ni permiso. Gracia San Sebastián, protagonista de la saga de domestic noir de Ana Lena Rivera, es uno de esos casos. Quizá sea porque es una mujer de carne y hueso tan bien construida por su autora que la empatía es del todo inevitable.
En la segunda entrega de la saga, Un asesino en tu sombra (Maeva, 2021), la investigadora de fraudes a la Administración, Gracia San Sebastián, comienza con mal pie. Un claro caso de engaño por parte de un funcionario que lleva 10 años de bajas por lumbalgia pero que, sin embargo, compite dos veces al año en Ironmans, se vuelve en su contra hasta el punto de que la familia del supuesto defraudador denuncia a la Seguridad Social por acoso y agravamiento del estado de salud del enfermo. El encargado de derivarle los casos que le proporcionan el sustento, en el marco de un cabreo monumental, la acusará de negligencia, incapacidad y alguna que otra cosa más, lo que empujará a nuestra investigadora a averiguar más para detectar sus fallos o el gato encerrado que al parecer oculta el caso. Por otro lado, Bárbara, la hermana cardióloga de la protagonista, le pedirá ayuda para encontrar a Imelda, la hermana de su compañero Teo (del que se sospecha que es bastante más que su amigo), desaparecida en extrañas circunstancias. Denunciada su desaparición a la policía, esta afirma haber contactado con el marido, artificiero de la Guardia Civil, quien asevera que su mujer no está desaparecida, puesto que se ha comunicado recientemente con él por WhatsApp. Sin embargo, un par de días después, la cabeza de Imelda aparece, en un prado, metida en una bolsa ensangrentada de la marca de supermercados Alimerka, y su cadáver, decapitado, reposa plácidamente entre las vías del tren. Fidel, el marido de Imelda, jugará como principal sospechoso en un tablero donde nada es lo que parece.
A diferencia de Lo que callan los muertos, la excelente ambientación de la trama de Un asesino en tu sombra se internacionaliza, viajando desde tierras asturianas a Copenhague y a Zurich en busca de pistas que ayuden a esclarecer los dos casos en curso. En el plano sentimental, la situación también se vuelve más compleja puesto que, por un lado, Gracia deberá hacer frente a los quieros y no puedos de una relación que hace aguas desde la entrega anterior, y las relaciones interpersonales con el resto de personajes cobrarán aún más fuerza si cabe. Dolor, amor, amistad, justicia y la voz del asesino se conjugarán en las páginas de Un asesino en tu sombra para hacer de la novela un verdadero thriller. Enhorabuena a Ana Lena Rivera por el magnífico resultado de su creación.
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