martes, 25 de enero de 2022

Imperia. Los predestinados, de Carola Vercaigne

Cada vez con mayor frecuencia, siento la necesidad de volver a mis orígenes lectores. De dejar atrás –al menos durante un rato– lo real, lo verosímil, lo que puede de algún modo recordarme el suelo que piso y el aire corriente que respiro, y traspasar el umbral de otros universos donde brotan imposibles en las ramas de los árboles. Busco entonces  refugio en la fantasía, y, casi siempre, termino alejándome tanto del mundo que a menudo acabo encontrándome conmigo misma. Esta vez lo he conseguido adentrándome en Imperia, el territorio ficticio ideado por Carola Vercaigne y que da nombre a una saga compuesta por cuatro entregas.

Hoy os traigo el primer volumen: Imperia. Los predestinados, publicado por Palabras de Agua Editorial a finales de 2016. En esta primera entrega, Carola Vercaigne le abre al lector las puertas de Imperia, la última ciudad habitada en la tierra, y a su historia. Tras unos acontecimientos distópicos sin determinar (al menos, por el momento) cuatro líderes fundan la ciudad de Imperia para salvar a la humanidad. Sin embargo, la rivalidad y el odio entre los cuatro fundadores son más poderosos que el loable objetivo comunitario y degeneran en un territorio dividido en cuatro sectores claramente delimitados y prohibidos para el resto. Los Hijos del Leviatán, los del Dragón, los del Unicornio y los de la Libélula nacen, crecen, viven y se nutren del odio atávico hacia sus congéneres al otro lado de las murallas interiores de Imperia y del miedo patológico a las horripilantes criaturas al otro lado de la muralla exterior. Para controlar y facilitar las relaciones entre los diferentes sectores, y para que los imperianos nunca olviden la terrible amenaza del mundo exterior, la autora se vale de la venerable Orden de los Ságritos, clérigos de la fe a la que se someten todos y cada uno de los habitantes). Así transcurren siglos y siglos de historia hasta que, un día determinado, acaecen ciertos sucesos terribles profetizados en el sagrado Libro de la Vigilia y que ponen en peligro el futuro de Imperia. Su salvación queda en manos de cuatro jóvenes, cada uno perteneciente a un sector, que tendrán que dejar de lado sus diferencias y trabajar codo con codo para hallar la solución.

Aventuras, enigmas, animales mitológicos y emblemáticos, magia y relaciones humanas son los ingredientes que mezcla Carola Vercaigne en Imperia. Los predestinados con un resultado más que aceptable. Cabría destacar la construcción de los personajes, pobladores de un mundo mágico pero absolutamente humanos, con sus virtudes y sus muchos defectos, y el contraste en la obra entre lo mítico y lo prosaico (a veces es hasta cómico). Catalogada como lectura juvenil –o, con más glamour, new adult–, resulta interesante, motivadora y, por qué no decirlo, engancha casi desde el prólogo. Si gustan, pasen y lean.


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